Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 27 de febrero de 2022 | Publicado a las: 10:20
“Nadie está seguro de un ataque en estas latitudes, pero los terroristas tienen la seguridad de que su actuar goza de la protección de la impunidad, por lo tanto, actúan de sobreseguro y con confianza. ¿A quien le importa la vida de los dos guardias de seguridad asesinados? Solo a su familia y algunos amigos, al resto de las personas, no. Así de simple”.
Escribe: Jorge A. Aguirre Hrepic, Profesor de Estado, Consultor en Inseguridad, Criminalista-Criminólogo.
Siempre ha sido muy fácil criticar y sobre todo si se hace sin aportar, prácticamente ha sido el juego de la vida más barato creado por el Hombre.
Auné cada ser humano, en su gran mayoría, posee dos ojos, dos orejas y una boca con un músculo poderoso identificado como lengua, por lo que debe mirar y oír el doble de lo que debe hablar, la realidad nos demuestra lo contrario.
Precisamente, todo indica que existe la necesidad de hablar más de la cuenta, lo que no debiera ser problema si las palabras tuvieran un sentido, una orientación y una buena intención. Pero esto no siempre es así.
Entonces por lo mismo, todos debiéramos ser cuidadosos en lo que hablamos y como lo hablamos, pero casi todos cometemos el error de hablar más de la cuenta y expresar opiniones cuando no debiéramos, especialmente estando bajos estados emocionales de rabia, enojo, ira, desdicha, celos, egoísmo, envidia, resentimiento y un largo etc.
Sin embargo, hay profesionales de la palabra y otros que poseen el “don” de la palabra, que conversan bonito como dicen algunos, que tienen verborrea, que tienen bla bla, que convencen, que encantan y que son capaces de dar vuelta todo con el discurso y que tienen verso para seducir a las masas.
En un margen muy estrecho, hay personas que, por su timbre de voz, molestan a muchos, tanto que la gente expresa desdén cuando escuchan a quien no les gusta o les cae mal para sus oídos y lisa y llanamente, cambian de radio, canal de televisión o se evaden de la conversación, con o sin sutileza, ero de alguna forma arrancan del dialogo.
Estos profesionales del discurso, generalmente son los que ejercen el oficio de “político”, y en la actualidad a nadie le importa si el discurso fue preparado o improvisado, ya que la gente quiere que le reciten lo que quieren escuchar más que el verdadero contenido del mensaje, de ahí que surgen los aplausos cuando se repiten palabras del pasado expresadas por eximios oradores de antaño, ahí el discurso vende y se compra cualquier diálogo.
Conforme a lo anterior, los tecnicismos no interesan, los números menos, las estadísticas no cuentan y por eso los ciudadanos de casi todo el mundo, cometen errores a la hora de expresar mediante el voto, su opción de escoger a alguien.
En otro plano, más subjetivo se ubica la presencia física, la familia, los asesores y los diferentes programas de gobierno. Lo importante es soñar con que haya trabajo, vivienda, salud, educación y plata para el bolsillo, no importando los procesos de generación de recursos.
De esta forma, surgen acuerdos que luego se escriben, como contratos sociales, constituciones, leyes y reglamentos, acuerdos y protocolos.
En este sentido, los acuerdos políticos son muy necesarios ya que mantienen los equilibrios de gobernanza y las relaciones entre países, con la finalidad de mantener la paz, independiente de que siempre se busque la alternativa de crear mejores alternativas de vida para los habitantes de la tierra.
De esta forma la norma escrita tiene más fuerza que la dialéctica, aunque esta última permanentemente la enfrente y no siempre las palabras se las lleva el viento. Muchas veces se queda plasmada en el colectivo cerebral de las personas.
En síntesis, el fenómeno social que es la guerra, de la naturaleza que sea, generalmente se trata de evitar, buscando soluciones alternativas a los conflictos. Esto es como norma general y de eso se deben ocupar los políticos profesionales.
Por eso cuando fracasan los acuerdos y las normas, los conflictos internacionales y nacionales, continúan por otros medios de resolución.
Basta con observar lo ocurrido hace bastante tiempo entre Ucrania y Rusia y que ahora se materializó con una escalada de ataques letales causando muertes a centenares de personas en Ucrania, a partir de la debilidad política de muchos actores internacionales, que no supieron leer los acontecimientos previos y solo se limitaron a estirar el elástico y este se rompió, produciéndose una guerra no declarada aún.
Guardando las proporciones, Chile hace rato tiene conflictos internos muy mal conducidos y la caja de elásticos se rompió por completo -aunque algunos no se dan por enterados- y de la norma del estado de derecho mejor ni hablar.
Los problemas no resueltos y generados en demasía por múltiples gobernantes y sus equipos políticos, de todos colores, tendencias y afinidades, nos permiten establecer que también la continuación de la política se desarrolla por otros medios, tales como la presión indebida, violencia, delitos, desordenes, marchas, lesiones y muertes.
Ahora no hay sorpresas, todos los días en Chile, surgen noticias que no asombran, cada día en la mañana nace un nuevo escenario, se perdió la empatía y floreció el acostumbramiento y normalización de las inconductas.
Solo los afectados directamente viven el calvario de la sin razón, las verdaderas victimas están sometidas a la amarga experiencia de perder bienes y familiares, al resto prácticamente no le interesa y a las autoridades con feriado legal menos.
Como nos hemos acostumbrado a incendios de todo tipo, robos, lesiones y todo tipo de homicidios de personas que se dedican a trabajar y que, aunque no estén insertos directamente en los conflictos, son reconocidos como ayudistas de un sistema que se quiere cambiar, por aquellos mismos que han profitado enormemente de él.
Este año 2022, la lista de homicidios ha aumentado exponencialmente, principalmente en La Araucanía, que está en pleno estado de excepción constitucional, han surgido nuevas modalidades de delitos, cobros de peaje, incluso de explotación de bienes nacionales de uso público, como ocurre en el lago Lanalhue, donde cobran ingreso de dos mil pesos por personas, una organización denominada LOV Peleco, que sin razón social ni patente comercial hace lo que quiere.
Esta semana, se suman a la lista dos trabajadores del área de seguridad privada que cumplían funciones de “protección” de otras personas del área forestal, al interior del fundo El Encanto, en el sector rural de la comuna de Carahue. Fueron asesinados mientras almorzaban al interior de una camioneta por los encapuchados de siempre, que hacen lo que quieren a plena luz del día.
La modalidad de seguridad privada en Chile, es distinta a todos los países del mundo, así está hecha la norma, restrictiva para el que cuida, y complaciente para el que delinque, el mundo al revés, lo que da para un análisis más profundo, pero en los hechos es así.
Nadie está seguro de un ataque en estas latitudes, pero los terroristas tienen la seguridad de que su actuar goza de la protección de la impunidad, por lo tanto, actúan de sobreseguro y con confianza.
A quien le importa la vida de los dos guardias de seguridad asesinados, solo a su familia y algunos amigos, al resto de las personas, no. Así de simple.
El paso inexorable del tiempo, nos mostrará que esta decisiva tendrá un costo insospechado, y el dialogo y el verso, no será el medio de solución, ya que como se dice en el campo “perro que come huevo, sigue comiendo huevo hasta que se le ponga un huevo caliente en la boca”.
¿En un tiempo más, quien agarrará al perro para ponerle un huevo caliente en la boca?
Deberemos seguir, buscando la solución de que una guerra o guerrita, es la continuación de la política, pero por otros medios.