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Opinión: Una muerte anunciada, pero no dimensionada

Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 8 de noviembre de 2020 | Publicado a las: 10:49

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Escribe: Jorge Aguirre Hrepic, consultor en Inseguridad. Criminalista-Criminólogo.

Desde hace tiempo que las proyecciones informativas vienen anunciando el fallecimiento de alguien en función de los atentados y disparos de todo tipo, que en forma numerosa, ocurren cada semana, en varias partes del sur de chile.

En la práctica, más de una decena de personas fallecidas en diferentes circunstancias, – lo que es lamentable-, parece que es una cantidad menor, a la cantidad de “balas locas” que navegan por los aires y las lenguas de fuego, que consumen hasta el oxígeno de la gente de bien, que se encuentra desamparada, ante las hordas de la maldad que pululan por las rutas, sin importarles el toque de queda y menos el estado de excepción constitucional.

Derechamente, los muertos han sido aportados por diferentes grupos humanos, lo que unifica la pérdida del valor a la vida, al acostumbramiento de la sociedad, -lo que es más lamentable-, donde las estadísticas, marcan el frio dato, del resultado deplorable del desinterés transversal, de lo que no me ocurre a mí, no me afecta, solo se ejerce el lamento de buena crianza, el efecto mediático y el natural olvido a través del tiempo inexorable.

Así las cosas, algunos análisis objetivos, anunciaban que tenían que venir otros muertos, especialmente por la dinámica del conflicto que se vive a nivel nacional y especialmente por lo que ocurre en la macro zona sur, donde las armas de fuego, se han trasformado en una herramienta más, a determinadas horas y lugares, las excusas sobran, todos se quieren defender de algo.

Últimamente, el listado de pérdidas de vidas fue creciendo, todos de origen indubitado, con filiación civil, antropológica y cultural, solo faltaba saber quién se arrogo la potestad de enviarlos al más allá. Bueno, salvo cuando andaban agentes del estado como victimarios, pero al revés, nunca se ha dado esa mera posibilidad, de enarbolar la bandera de la justicia terrenal.

Seguidamente, fallece un trabajador de aguas claras, en Malleco, su perdida se lloró un instante, y luego se avizoraba, la muerte de un servidor público.

Esta sentencia lógica, se cumplió, como una crónica de algo anunciado, sin embargo, no se podían dimensionar los efectos, puesto que habían detalles no considerados, y de hecho la dermis social, quisquillosa, no estaba preparada.

Aquí, entra de lleno el destino, ese malicioso cuestionamiento de todo, donde batalla la buena o mala suerte,-dependiendo de cómo se mire-, donde aflora la perspicacia y reina la especulación.

LOS HECHOS:

En cumplimiento de una orden judicial, – que se filtra-, Carabineros de Orden Público, concurren a apoyar una diligencia, habitual y ordinaria, de común ocurrencia en la región de La Araucanía, donde hay litigios por tierras.

El sector, muy conocido, al costado poniente de la ruta cinco sur, cerca de metrenco, perteneciente a la Comuna de Padre Las Casas y limite con Freire, donde todos los días Carabineros cumple órdenes de protección por los problemas, conflicto o crisis, que habitualmente hay, en desmedro de la seguridad ciudadana de sectores más poblados, donde deben estar patrullando, cubriendo la demanda operativa.

La dinámica es así, y punto, hay que dejar estacionados los vehículos policiales para evitar fogatas en la ruta que consumen el barato y famélico asfalto, y si se producen, hay que restablecer  el tránsito, este juego de gato y ratón, lleva varios años, desgastando a los que trabajan y entreteniendo a los flojos de siempre.

Este viernes 30 de octubre, en ese lugar, coincidieron la estupidez humana, la maldad y la tozudez, a media mañana, sí,  a plena luz del día. Donde después de haberse cumplido todo, con discusiones incluidas. A alguien se le ocurrió encender la tradicional fogata de neumáticos en la ruta, ante lo cual y a partir de sendos llamados por radio e instrucciones, se constituyó, Cautín 2 alfa, el Teniente Coronel Cristian Fernández, oficial jefe operativo y conocido por moros y cristianos, quien, acompañado por dos funcionarios, en un radiopatrullas de la propia Prefectura Cautín P.M., es decir de la plana mayor, por lo tanto que no es utilizado para servicio habitual, es atacado en el lugar, mediante uso de armas de fuego, de a lo menos dos calibres y fallece posteriormente el conductor del mismo, en los instantes que fue trasladado al hospital regional.

Las versiones, hablan de ataque y defensa, es decir se repelió el ataque, rápida actuación de traslado de la víctima y legítima defensa, hasta ahí, estamos bien, ajustado a derecho.

EL DRAMA INESPERADO:

Después de las comunicaciones radiales y con un poco de calma, trascendió que el herido de muerte es el Cabo 2do. Eugenio Nain Caniumil,  de dotación de la 2da. Comisaria Temuco (U).

De inmediato cambió el color del cielo, se oscureció un poco, algo no era políticamente conveniente, para nadie.

Murió un joven Carabinero, lo que actualmente es de ambiguo dolor, la verdad solo afecta a su familia, camaradas, amigos y vecinos bien orientados y bien nacidos, al resto les da lo mismo y a los valientes que solo conversan por redes sociales, les provoca hasta la indiferencia más absurda, que no sienten por nadie más.

El segundo punto de lo no dimensionado, era el origen mapuche del Carabinero, por línea paterna y materna, que no debiendo ser causal de ningún comentario discriminatorio, por el contrario fue lo peor que podría haber ocurrido, dando margen a un tifón de especulaciones.

Lo tercero, el cabo resulto ser nieto de un lonco de una comunidad mapuche, lo que incrementó la especulación y de inmediato surgió la tesis, “lo mataron por ser mapuche” y de ahí en más, se colgaron todos los comentarios.

Después vino, la información que no era el conductor policial que tenía que estar ese día, que no usaba chaleco antibalas, que el radio patrullas no era blindado, que andaba sin casco y un sin número de etc.

Para agravar todo, un tío del Cabo Nain, también Carabinero, como acto preparatorio comunicó por redes sociales que iba al hospital a conversar con la prensa y denostó al general director y a la Institución. Lo que finalmente cumplió, la emoción natural le generó un placer reaccionario, al emplazar al máximo jefe institucional, hipotecando,-según sus dichos-, su propia carrera, total podía empezar en otro trabajo.

La ignorancia galopante

Las autoridades nacionales, regionales, parlamentarias, vecinales, étnicas, seguidas de los medios de comunicación social y público en general, sin mucha información, procedieron a emitir todo tipo de comentarios e hipótesis sobre este hecho.

La fiscalía del Ministerio Público también hizo lo suyo, se alistaron las querellas del Ministerio del Interior e (In) seguridad pública, se ejecutaron los aprontes policiales y el sito del suceso, se lleno de espectadores de todo tipo.

Para que decir de los análisis balísticos y criminalísticos, ni Sherlock Holmes lo habría hecho mejor, la única esperanza es que la ciencia a través de vainas, proyectiles y trayectorias, revele la verdad.

La ignorancia es atrevida y parece que aún falta mucho tiempo para entender, que el trabajo investigativo serio se debe hacer de inmediato, si no la verdad huye, igual que los delincuentes. La espera, se transforma en debilidad. La indecisión muta, aparece como una propia amenaza a la eficacia.

Para que hablar de responsabilidades de mando y de las otras, se disipan en la neblina matinal.

filtración administrativa

Pasaron los días y para todos ya estaba dado de baja el tío de Nain (Cabo Olave), sin un debido proceso, pudiendo ser verdad independiente de lo que sea correcto políticamente o administrativamente, pero el honorable público busca la justificación para ver correr sangre en las plataformas mediáticas.

Luego se filtra una parte de un oficio informe donde a partir de lo que dice el reglamento se habla de la desvinculación del funcionario fallecido y se fijan los 6 meses de sueldo, indicando que no poseía los 20 años de servicios para percibir pensión, lo que ha sido criticado por los políticos preparados y esforzados, que algunos participaron hasta en la modificación del DFL 2, de Carabineros, continuando en el ejercicio público, sin embargo, ahora había que polemizar.

Surgieron todo tipo de emplazamientos, pero nadie leyó la letra C), del mismo documento, donde textualmente se señala que se dispuso un sumario administrativo para establecer como corresponde los beneficios a que dé lugar.

Otros, independiente de la semana acontecida ya quieren el ascenso póstumo a Suboficial Mayor, -lo que sería muy bien visto-, pero hay procesos administrativos que cumplir. Bueno, a nadie le interesa lo correcto y lo legal, Chile país de amigos y malas prácticas.

Cuánto daño se le ha hecho a carabineros; cuanto carabinero fallecido en enfrentamientos y antes nadie reparaba en eso pero ahora hay que trabajar, reclamar y justificar todo por la vía pública ya no es necesario tener oficinas de partes, basta que por el diario local se tramite toda la documentación.

La verdad

La esquiva verdad, transita por cualquier vía, se ubica en cualquier páramo y navega por cualquier río. En estos momentos está inubicable, desconociéndose su paradero.

Es más, no interesa. Lotangible es que asesinaron mediante una emboscada terrorista a lo Plan Fritanga de las décadas de 1980 y 1990 a una patrulla de Carabineros, donde a lo mejor el blanco era otro, el jefe de patrulla, ya señalado. Tal vez, el propio conductor. Los impactos son claros y sin margen de dudas, pero el ataque mortal ocurrió, con frialdad, preparación y ganas.

El resultado, complicó a más gente de lo que uno cree, incluso algunos caminan con temor a sanciones eventuales y responsabilidades insospechadas.

Muchos se preocupan en vez de ocuparse, otros simulan que se preocupan, otros vieron la oportunidad de doblegar los esfuerzos para eliminar al ministro del Interior y poner en jaque al Presidente de la República, es decir pasado el tiempo esta muerte debe tener algún rédito. Así es el sistema chileno, algo debe salir en limpio.

Esta vez, culpando a la pandemia, terminaron con los rituales fúnebres, Nain no tuvo los honores reglamentarios por inmolar su vida en “actos propios del servicio y a consecuencias del mismo”, debiendo ser esta unas de las conclusiones del sumario administrativo.

 EUGENIO, para las autoridades, ya que ahora lo nombran por su nombre de pila, demostrando empatía comunicacional, por parte de quienes que ni lo conocieron, solo el recuerdo de algunos lo mantendrá vigente, el mártir Nro. 1221, sí porque eso eres, un número en el firmamento, porque si estuviera troquelado en una tumba, sería destruido por los irracionales que hoy mandan.

Te debemos tres salvas de honor y a tu asesino esposado y sometido a un juicio justo, pero la verdad es una empresa difícil porque las acciones delictuales han subido en la bolsa de comercio de la vida, aquella que te fue cegada. Pero no te desanimes Cabo 2do. Nain, el Carabinero número 1222, pronto llegara a formar a tu lado.

Cabo 2do. EUGENIO NAIN, pedirte que descanses en paz, me parece una contradicción, cuando aun mereciéndolo, estamos ciertos, que el dolor por ahora no ha cesado, la preocupación por tus seres queridos, no ha amainado y deberás esforzarte en proteger a tus camaradas, ahora estarás de patrullaje 24, sin descanso, y continuando con la vocación de servicio.  Que tu sacrificio terrenal, no sea en vano.

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