La violencia ocurrida en Ecuador no nos puede dejar de llamar la atención, sobre todo la brutalidad con que una banda criminal se tomó un estudio de televisión de un canal amenazando a conductores e invitados varios con pistolas, escopetas incluso dinamita. Una locura, o peor aún, una demencialidad pocas veces vista, incluso atacando universidades. Por ello, el presidente Daniel Noboa, puso el pie encima y decretó Estado de Excepción en su país para ponerle freno a este flagelo y a las bandas criminales ligadas al narcotráfico. Sin embargo, pese a que Chile aún no vive, y esperamos que esto no ocurra jamás este tipo de situaciones, las diferencias se deben hacer a la hora de poner los datos sobre la mesa, ya que en la administración de Lenin Moreno se eliminó el ministerio de Justicia, además del ministerio del Interior, entre otras instituciones terminaron por derivar en una crisis, que tampoco supo manejar su sucesor, Guillermo Lasso, inviable. Chile debe tomar esto como una alarma y una señal clara de no aplicar estas políticas reduccionistas y mantener instituciones como Interior y Justicia, también modernizarlas, no achicar o eliminar sólo por el hecho de abaratar costos, porque los costos reales los paga la ciudadanía al final del día. Y Ecuador es el ejemplo vivo de ello. Lo peor, es que lo está viviendo.

Es una alerta potente la crisis de seguridad que existe en Ecuador por culpa de las bandas criminales, más allá de que dos cabecillas escaparan de una cárcel en el país del guayas. Es una alerta porque la tasa de homicidios en América Latina ha ido en aumento, y Chile no se salva de este incremento porque en los últimos cinco años, según las cifras entregadas por el Centro Nacional para la Prevención de Homicidios y Delitos Violentos de la Subsecretaría de Prevención del Delito, es de un 6,7, de acuerdo al primer informe que se dio a conocer en julio del 2023.

Fue chocante ver como una banda de delincuentes y criminales apuntaban con una escopeta al presentador de un programa de televisión en Ecuador, incluso le pusieron en el bolsillo de su chaqueta un cartucho de dinamita, a su vez, otros sujetos mostraban granadas de guerra, fusiles, etc. Totalmente armados.

Y pese a que estos criminales fueron capturados por la policía de Ecuador, y expuestos tras ser detenidos, previamente se había escapado en la cárcel de Guayaquil un criminal apodado “Fito” y que obligó a que el presidente Daniel Noboa a decretar el Estado de Excepción.

¿Necesario? Sí, ¿Indispensable? Sí, ¿Por qué? Debido a un factor claro, la pérdida de ministerios clave como justicia e interior entre otros programas derivó en gran parte a esta situación. En síntesis, lo que se llama un “Estado fallido”, problemas graves institucionales superados por malas políticas públicas desde Lenin Moreno hasta llegar a Guillermo Lasso, este último saliendo del poder abruptamente.

Chile debe tomar esto como una alarma y una señal clara de no aplicar estas políticas reduccionistas y mantener instituciones como Interior y Justicia, también modernizarlas, no achicar o eliminar sólo por el hecho de abaratar costos, porque los costos reales los paga la ciudadanía al final del día. Y Ecuador es el ejemplo vivo de ello. Lo peor, es que lo está viviendo.