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NO TODO ES SIMPLEMENTE LUMPEN

Publicado por: Karina Pavez | viernes 5 de junio de 2015 | Publicado a las: 23:49

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Lillian Calm escribe: “El escándalo FIFA, con sus incontables millones de millones de dólares, no ha sido suficiente para acallar lo más próximo: el descalabro nacional”.

Recuerdo con nostalgia al pulpo Paul. No era sino un pulpo, pero supo predecir con bastante acierto a los vencedores del Mundial de Fútbol 2010, ése que se jugó en Sudáfrica.

Me extrañó su repentino deceso en Alemania, su país de residencia, pero con años de perspectiva adivino que no quería pasar por el bochorno de tener que predecir algo que se veía venir: los escándalos de la FIFA y la elección de su nuevo presidente, es decir, del mismo de siempre que luego hasta tuvo que presentar su renuncia.

No hay que temer: no voy a escribir de fútbol porque entiendo cero, pero como en materia de escándalos hemos oído tanto que ya cada chileno puede doctorarse, voy a exponer algo de todo lo que me preocupa.

Es sabido que en periodismo sólo un golpe noticioso desvanece un golpe anterior y logra que desaparezcan, aunque a veces paulatinamente, esas noticias que llegan a ocupar las primeras planas.

Pero en este caso la regla de oro no se ha dado. El escándalo FIFA, con sus incontables millones de millones de dólares, no ha sido suficiente para acallar lo más próximo: el descalabro nacional.

El pulpo Paul y, con él, el balón, la FIFA y los futbolistas, salen de escena para dejarle el protagonismo al siempre actualísimo William Shakespeare y a una de sus imperecederas sentencias.

La cito en inglés para luego ir a su traducción al castellano: “Something is rotten in the state of Denmark”. En otras palabras, algo huele mal en el reino de Dinamarca.

Pero la traducción literal de “rotten” es “podrido” y, según la Real Academia Española, “podrido” significa “que está corrompido o dominado por el vicio o la inmoralidad”. ¿Es eso lo que ocurre en Chile?

La lectura de la prensa extranjera que antes destacaba a nuestro país por su seriedad y economía promisoria, ahora devela a través de diferentes artículos que cada vez está oliendo peor. ¿Qué ha ocurrido para que se haya producido este descalabro en apenas quince meses?

Desgraciadamente todos conocemos la respuesta.

Y a esto se suman, como piezas de un aluvión, decires y desdecires desde la propia Moneda; declaraciones sin ton ni son del nuevo vocero; una pre-campaña presidencial de Bachelet cubierta por un muy poco creíble manto de inexistencia; proyectos y leyes aprobados a tontas y a locas; políticos en tela de juicio; una delincuencia creciente; ataques a comisarías con bombas molotov; promesas incumplidas a las víctimas de los desastres de la naturaleza; el desplome de los excedentes de Codelco; huelgas y más huelgas; el numerito Dávalos-Compagnon; la Alameda de las Delicias convertida en campo de batalla; el descriterio de la Intendencia de Santiago para programar marchas que terminan con heridos y profanación de templos, destrozos del patrimonio nacional y cuantiosos daños a la propiedad privada. Y entonces se habla del… lumpen.

Me remito nuevamente al diccionario, porque aclara mucho: “lumpen” es definido como “capa social más baja y sin conciencia de clase”.

No creo que vaya al caso porque al menos, a mi juicio, quienes provocan esos destrozos, y atacan y dejan heridos a carabineros, tienen demasiada conciencia de lo que buscan y de lo que están haciendo: son, por propia y libre elección, y también por filosofía, violentistas, destructivos y antisistémicos, y ahora resulta que ante ellos ¡las fuerzas del orden deben replegarse… por órdenes superiores!

Y si esas fuerzas actúan en defensa del orden, vamos dando de baja a un carabinero.

Total, da lo mismo, aunque detrás de él esté no sólo una familia, sino todo el proyecto de vida de un profesional que actúa movido por una vocación de Orden y Patria.

Pero a ello, oídos sordos: vamos hiriendo con ácido a carabineros, vamos dando de baja a carabineros, que para ellos los famosos derechos humanos no corren. Porque, ¿quién habría llegado a sostener la peregrina idea de que los carabineros también tienen derechos humanos?

Por Lillian Calm, Periodista.(Temas y Noticias)

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