Publicado por: DiarioTiempo21 | jueves 28 de noviembre de 2024 | Publicado a las: 18:14
En muchos hogares chilenos están preparándose para un hito importante, la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES). Así como es un momento importante para los estudiantes, también lo es para sus familias, especialmente porque vemos a nuestros hijos culminar un proceso de preparación que les ha tomado meses, y enfrentarse a expectativas y presiones altas. En este proceso, la calma y el acompañamiento familiar pueden marcar la diferencia entre una experiencia estresante y una oportunidad de crecimiento.
Por una parte, es fundamental entender que la ansiedad e incluso el cansancio excesivo son reacciones normales en un momento tan importante. Como padres, validar estas emociones en lugar de minimizarlas es clave, frases del tipo «es normal sentirte así”, “lo estás haciendo bien» pueden aliviar mucha presión, aún cuando nos miren de reojo sin contestar. Cuando los jóvenes se sienten comprendidos, pueden mostrar mayor apertura a más recibir apoyo y escuchar consejos prácticos.
Por otra parte, es escencial que mostremos vías alternativas, por ejemplo comentarles que hay distintos caminos hacia el éxito educativo, sin centrar todo en un resultado específico. La PAES no es la única puerta de entrada a la universidad. En Chile, existen otras vías como programas especiales de admisión o becas para estudios técnicos; además, siempre está la posibilidad de volver a rendir la prueba en otra ocasión, aunque esto es algo que muchos descartan porque no quieren volver a pasar por la misma tensión nuevamente, lo que es totalmente comprensible. Lo importante es recordar que el aprendizaje y las oportunidades a futuro no terminan con un puntaje.
Ahora, ¿qué hacer en casa? Aquí van algunas recomendaciones prácticas. Establecer rutinas balanceadas, ayudando a nuestros hijos a organizar el estudio con horarios razonables, incluyendo pausas para descansar y tiempo para compartir en familia. Asimismo, fomentar hábitos saludables, como dormir al menos 7-8 horas es clave para retener lo aprendido. La buena alimentación es otro aliado: evitar cambios bruscos en la dieta ayudará a mantener el cuerpo y la mente en equilibrio.
Hablen con ellos sobre qué podrían hacer si obtienen un puntaje más bajo de lo esperado. Planifiquen juntos opciones u alternativas porque esto reduce el miedo a lo incierto y les da mayor sensación de control.
Practicar técnicas de relajación.Enseñarles a respirar profundamente o realizar actividades que les despejen la mente, como caminar o escuchar música, puede ser muy beneficioso.
Es importanterecordar que los resultados de esta prueba no definen a nuestros hijos como persona ni determinan todo su futuro. Acompañémoslos con paciencia, ofreciéndoles una visión más amplia y constructiva del proceso. Al final del día, lo más importante es que sepan que cuentan con su familia como un pilar seguro y constante, pase lo que pase.
Dra. Camila Leigh González, académica e investigadora de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales, Universidad Andrés Bello Sede Viña del Mar.