Publicado por: Claudio Nuñez | martes 7 de mayo de 2019 | Publicado a las: 17:43
Para ver el partido una, otra y mil veces; emocionarse hasta el final. El Liverpool con todos sus baches, sin 2 jugadores fundamentales (Firminho y Salah) pero con un amor propio impresionante dejó afuera al Barcelona de Arturo Vidal, Messi y Suárez.
La debacle
El local en Anfield se hizo fuerte, presionó desde el minuto 1 a la visita y lo padeció a los 6′ con un error de Alba donde Henderson pateó pero Stegen tapó débil y Origi (que no apareció casi nunca en la temporada) marcó el 1-0. Hasta ahí se pensaba que el Liverpool (experto en hazañas épicas como la de 2005) podría lograr la remontada; sin embargo cuando tienes al medio a un Arturo Vidal aplicado, que jugó un excelente partido, y que sus compañeros marraron las pocas ocasiones que tuvieron frente al arco de Alisson en la primera parte, hablaba de que el blaugrana sólo aguantaría la presión.
En la segunda fracción seguía la tónica pero en el 54′ el recién ingresado Wijnaldum metió un zapatazo que se le fue a Stegen adentro; y en dos minutos otra vez el moreno marcó con un cabezazo ante una defensa del Barcelona estática; y la hazaña se dio con una avivada en un córner insólito servido por Alexander Arnold que Origi marcó el 4-0 definitivo.
Un papelón monumental que vuelve a vivir el Barcelona tal como el año pasado contra la Roma. Lo del Liverpool es para aplaudirlo, porque diezmado y todo, logró lo épico, lo impensado, sólo magia porque nunca caminó solo.