En un partido sufrido, el albiverde logró un 4-2 ante los nortinos. La fiesta fue total tras 11 años en la capital de la Araucanía.

Las lágrimas de Cristián González tras finalizar el partido lo decía todo. Deportes Temuco tuvo que sufrir para volver a la serie de honor tras derrotar por 4-2 a Deportes Copiapó ante un repleto Germán Becker que fue una fiesta de principio a fin y que logró terminar uno de los capítulos más emotivos de la historia del «pije».

Pleito sufrido

Como era de esperarse el local saldría con todo a buscar el primer gol pensando en el segundo e incluso el tercer tanto, pero se encontraron con un elenco nortino bien parado en la línea defensiva y al medio, en ocasiones buscando las espaldas de los centrales, cosa que no ocurrió.

De hecho las llegadas del cuadro albiverde se gestaron siempre por los pies de Arturo Sanhueza y Cristián Canío, mientras Cris Martínez desbordaba a su marcador para buscar a Sergio Comba y pese a los 15 minutos de tensión, fue un error del defensa copiapino Javier Portillo quien dejó la pelota servida al 17 temuquense quien remató y tras tapadón de Ignacio González, el pequeño delantero paraguayo, como en toda la campaña, se vistió de héroe para marcar el primer tanto. Era el 1 a 0 y el sueño de primera estaba más cerca.

Sin embargo la alegría no duró mucho porque cinco minutos más tarde tras una pelota perdida por Canío y un centro que parecía perdido por el sector izquierdo, apareció solo el argentino Guarino para anotar la igualdad dejando silente al estadio. Pero para el albiverde era sólo un tropezón del que había que levantarse y lo entendieron rápidamente porque en un córner, nuevamente Cris Martínez apareció para anotar el segundo gol a la media hora de juego. A partir de ese tanto, la visita no tuvo la pelota nunca más en la primera parte, mientras que Deportes Temuco buscó por los costados y algo más en los últimos minutos. Con el 2-1 a la mano, se fueron al descanso pues lo que vendría sería mucho mejor.

Celebración

En la segunda etapa, el local presionó más a un Copiapó que no tuvo muchas intenciones de buscar la igualdad, pese a los incesantes correteos de Christián Pavéz. A los 69′ el desborde de Francisco Piña que remató hacia el palo izquierdo de González, desató la algarabía en el Germán Becker en un público que veía el ascenso al tan sólo 20 minutos y monedas.

En tanto, la visita, tras el gol no logró reaccionar porque cuatro minutos más tarde, otra vez el calvo carrilero izquierdo marcó la cuarta diana. Era goleada y el sueño de volver al fútbol de honor estaba listo, aunque el descuento de los copiapinos a través de Gabriel Williams sólo fue un adorno estadístico pues la fiesta en Temuco de volver a la Primera División se hizo realidad tras once años de idas y vueltas en el fútbol amateur y Primera «B». La Copa y la vuelta olímpica que recuerdan a Luis Santibáñez, a un histórico Roque Mercury, y ahora a Luis Landeros, este Deportes Temuco vuelve al fútbol grande de donde nunca debió salir. Ahora, la historia es otra.