Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 17 de enero de 2022 | Publicado a las: 10:24
“Tenemos que «humanizar la salud», porque el sistema no da para más y lo que no podemos permitir es que deudas por atenciones de salud dejen a las personas sin acceso a crédito, trabajo o salud cuando más lo necesitan”.
Escribe: Rabindranath Quinteros, senador.
Antes de que comience el receso estival, la sala del Senado podría votar el proyecto de ley que prohíbe informar las deudas de salud y cuya aprobación resulta crucial para la ciudadanía. ¿La razón?, hoy este tipo de déficit que viven muchas de las familias chilenas les ha ocasionado un grave daño, porque incluso les ha impedido acceder a un trabajo y eso es simplemente intolerable.
Durante la discusión que tuvimos en la Comisión de Salud del Senado recibimos información de que este tipo de deudas deja sin acceso a crédito, trabajo o nuevas prestaciones de salud a quienes se han visto afectados por esta situación. ¿Cómo podemos seguir avanzando en humanizar la salud, sin poner alto a este tipo de situaciones?
Por ello resulta fundamental que se resguarde el derecho de las personas a que no se informe sobre sus deudas contraídas para financiar servicios o acciones de salud.
Quienes tienen este tipo de deudas no las buscaron, pues se vieron obligados a contraerlas debido a una situación de salud que los afecto directamente o algún integrante de su familia
Esta iniciativa quiere ayudar a esas personas que con ocasión de una atención de salud han debido endeudarse o incluso se han visto obligados a vender bienes o realizar bingos para soportar los grandes gastos que estas atenciones traen y por esa razón se ven impedidos a acceder a créditos.
Tenemos que «humanizar la salud», porque el sistema no da para más y lo que no podemos permitir es que deudas por atenciones de salud dejen a las personas sin acceso a crédito, trabajo o salud cuando más lo necesitan.
Aquí el mayor recordatorio es que éstas no son deudas contraídas voluntariamente, sino que se hicieron en medio de un complejo proceso que afecta la salud, y muchas veces la vida de las personas y de sus familias.
Por ello estoy confiado en que la sala del Senado aprobará este proyecto para que ojalá durante los primeros meses del nuevo gobierno se promulgue la ley. Hay situaciones como éstas que nos llevan a reflexionar sobre el tipo de sociedad que estamos viviendo y qué cambios queremos realizar.
No creo que nadie quiera seguir estrangulando el bolsillo de la familia chilena que no tuvo otra opción que asumir una deuda de salud, ya que el sistema no da más opciones. Este es un ejemplo más de que necesitamos una gran reforma a la salud para que por fin sea un derecho y no un privilegio.