Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 24 de abril de 2022 | Publicado a las: 12:03
Escribe: Jorge A. Aguirre Hrepic, Profesor de Estado, Consultor en Inseguridad, Criminalista-Criminólogo.
El tiempo pasa inexorablemente y ya no se puede volver atrás, -es un imposible-, pero lo que si se puede hacer es evaluar los acontecimientos pretéritos, por lo menos para evitar que los malos recuerdos no vuelvan a ocurrir y los que fueron buenos, se repitan o mejoren.
Cualquier persona bien nacida, -como decían los venerables antiguos-, desea lo mejor para el prójimo y las nuevas generaciones, de eso se trata parte de la vida, mejorar las condiciones de convivencia, subir la calidad de vida, reducir las vulnerabilidades y riesgos, en definitiva, superar los conflictos y procurar obtener una sociedad mejor.
¿Es difícil alcanzar esto?
No debiera serlo, por el contrario, debería ser una meta.
Sin embargo, en la practica la falta de voluntad es total, algunos porque no les conviene y otros porque no saben, no quieren o no pueden, por lo tanto, el resultado no puede ser favorable a la sociedad, a la mayoría de las personas y menos a los estamentos productivos y de servicios.
A partir de lo planteado, el gran tema de fondo es como reducir los niveles de incertidumbre de los ciudadanos, cuando no se cumplen sus expectativas programadas por terceras personas, para alcanzar el bien común al menor esfuerzo posible, conforme a lo ofrecido.
Lo que ocurre en Chile y desde siempre, es que en forma ecléctica los dirigentes planean escenarios imaginarios que seducen a los votantes y a los que no votando viven de quimera en quimera.
En Chile, derechamente nadie se hace responsable para pagar la cuenta de las pésimas administraciones de los recursos fiscales, mala conducción de los medios y cuando alguien quiere cumplir, se transforma automáticamente en adversario del sistema imperante, que ese sí que es transversal a las ideas.
Las cifras lo demuestran a todo evento, principalmente porque se vive permanentemente en un estado de improvisación para enfrentar los conflictos.
En este sentido las nuevas estrategias a nivel nacional no han dado resultado hace rato, pero lo mas grave es que quienes adujeron estar llamados a realizar los cambios, han retrocedido en todo.
En varias ediciones anteriores de Tiempo 21, hemos planteado el problema y posibles formas de enfrentarlo o mitigar en parte, pero no hemos sido escuchados en nuestros públicos aportes.
Las propuestas señaladas, de seguro se las llevo el viento, de ahí que se demostró que no hay voluntad política para esto.
Recientemente, se filtró una información que antes de asumir el nuevo gobierno, algunos asesores trazaron una hoja de ruta para encapsular a los grupos más radicales que profitan del terrorismo, elaborado por personas con contactos en la zona. Sin embargo, a poco andar, el diagnostico efectuado tomó otro rumbo considerándose como una debilidad mas no como una fortaleza. La operación “dialogo”, iba directo al despeñadero.
Efectivamente, el curso de acción de retirar el estado de excepción constitucional, fue visto por las fuerzas irregulares como una oportunidad y lograron fortalecer sus planteamientos tácticos, comenzando todo tipo de acciones, pero aumentándolas en contra de ciudadanos ajenos al conflicto.
El principal objetivo ya logrado, fue asustar y amedrentar a los gremios productivos y a la ciudadanía de la macro zona sur.
Todas las semanas suman y siguen los atentados incendiarios de todo tipo, usurpaciones de predios y campos agrícolas, entidades ganaderas asociadas a los lácteos, ataques a vehículos particulares y uno que otro lesionado o fallecido. De lo cual nadie se asombra.
Se deducen entonces reuniones de coordinación, entre gremios afectados y autoridades invocando la ley del lobby, como ajustándose a los conductos regulares, lo que sirvió de nada, ya que una vez más Herodes (delegado presidencial) mando a Pilato (jefe de gabinete), y este se lavó las manos en la propia reunión, señalando que la solución para obtener la paz en La Araucanía, era cediendo por parte de los agricultores, en entregar sus tierras. Así de corto, preciso y conciso.
Esta draconiana medida, -inédita por lo demás-, dejó perplejo a todos, incluso a quienes demandan tierras por cualquier motivo, viniendo como anillo al dedo a los lideres de los movimientos de cualquier naturaleza, es decir se agotó el líquido de frenos de este vehículo de la incertidumbre en plena bajada de una cuesta del camino del conflicto permanente. Mala señal a todas luces.
No pocos han pedido la renuncia de Pilato, pero es el pueblo el que aun no se pronuncia adecuadamente y existen serias dudas de como lo hará.
En relación a lo mismo, surgió una insana competencia esta ultima semana en quien hacia más atentados y la agenda terrorista se llenó, materializándose el atentado al Reten Quidico de Carabineros con nutrido fuego de armas, quema de cabañas de veraneo en Selva Oscura, balazos por todos lados en Curaco, incendios de casas en Tirua, atentados en Curanilahue, graves desórdenes en Lebu, con carabineros lesionados y un largo etc etc.
Luego, las clásicas cuñas de prensa por parte de las nuevas autoridades y sigue rodando la rueda de la fortuna, donde no se sabe a ciencia cierta quienes serán las próximas víctimas.
El presidente de la republica no viene a La Araucanía, donde esta el principal problema y viaja a la región de Coquimbo, donde todo se auguraba tranquilo y no fue así, hasta un piedrazo recibió, por lo tanto, la escalada de violencia se comienza a instalar en otras latitudes. Mal síntoma.
Como si esto fuera poco, el zar de la seguridad, don Eduardo Vergara, que habita en la subsecretaria de prevención del delito, con mucha experiencia política y en cargos de seguridad en varios gobiernos, donde incluso ha planteado legalizar el consumo de marihuana, dispara un exocet (misil) bajo la propia línea de flotación del Estado, señalando que “Chile enfrenta el peor momento para la seguridad que ha vivido el país desde el retorno a la democracia” (sic…)
Continua el dicho popular mucho ruido y pocas nueces, siempre lo mismo bajo el sol y de soluciones reales mejor ni hablar, aun no se paga la cuenta de los desaciertos políticos en materia de seguridad, donde han tenido los jugadores, la pelota, el pito, el arbitro y la gallada gritando sin sentido en la galería.
En esta pichanga de barrio, el equipo contrario, -aunque no lo crean-, han sido las policías y no la delincuencia, quienes si han alcanzado el estatus de victimas del sistema, de ahí surgen los portonazos, encerronas, narcos funerales, asaltos de todo tipo, secuestros, homicidios, sicarios, muertes por encargo, y mejor no seguir.
Entonces que ha fallado, ¿la policía de la noche a la mañana o los estrategas de la alegría que tenia que llegar?.
Sin duda es responsabilidad de todos los chilenos buscar la fórmula para solucionar este gran tema, pero hoy por hoy es un imposible. Ya no hay pasteleros que hagan pasteles, cualquiera es repostero. Incluso con títulos de universidades europeas.
Por de pronto, los atentados de todo tipo seguirán conforme a lo planeado, porque la solución la están buscando en el lado equivocado, pensando que desarmando a la población civil y quitándoles el porte de armas a quienes están retirados de las FFAA y de orden, se soluciona todo. No se les pasa por la mente que a los que hay que desarmar son a los grupos terroristas y delincuentes comunes que las portan sin permiso, pero ellos tienen licencia para matar.
Bueno, hay que decirlo, los narcotraficantes las portan y usan para defensa propia de sus colegas de la competencia, otros criminales. Típico chilensis.
Seguimos con la teoría de mal pelado el chancho y seguiremos en la misma senda, no se hagan ilusiones de cambios, por lo menos a corto plazo, todos a comprar megáfonos y operar como agentes de dialogo, alguien los escuchará.
Al cierre de esta edición, en la madrugada a eso de las 01:45 horas, atravesaron un vehículo incendiado y fueron atacados cuatro vehículos en la ruta cinco sur a la altura de la comuna de Ercilla, quedando tres heridos, uno de ellos con riesgo vital, prácticamente agonizando en el hospital de Temuco. En este mismo acto, a priori, se estableció que participaron a lo menos dos armas de fuego con munición de guerra (fusiles). En el sitio del suceso, fue encontrado un lienzo con amenazas directas al poder judicial y a las policías. Así de simple.
La escalada, como verán no tiene reversa y vamos sin liquido de frenos, en bajada y también la bocina del vehículo llamado Chile, ya nadie la escucha, por lo tanto, hay que asumir el accidente desconociendo los efectos del mismo.
Talvez estamos en la etapa, al igual que en Colombia, cuando se democratizo a tal punto la muerte, que a cualquiera le puede llegar sin darse cuenta el próximo impacto balístico. Espero que no sea Ud.