La gestión del parlamentario DC se dio porque “a pesar de las distintas medidas que la Superintendencia detalló en septiembre de 2020, y que vuelve a explicar ahora (…) la comunidad insiste en sus denuncias”, detalló.

“Hemos recibido la respuesta de Jorge Rivas Chaparro, superintendente de Servicios Sanitarios, a nuestro requerimiento sobre nuevas denuncias que hicieron vecinos de Labranza, respecto del agua potable contaminada que estarían recibiendo en sus domicilios. Lo que se reportan es que hay procesos de control y fiscalización vigentes, pero seguiremos atentos a nuevas denuncias y contrastando la información que nos llega de uno y otro lado”.

Con estas palabras, el senador Francisco Huenchumilla (DC) se refirió a la respuesta que la SISS dio a su oficio del pasado 16 de abril. “El organismo informó en septiembre de 2020 que había medidas de fiscalización y control en curso; y en esta respuesta, recibida en mayo de 2021, reiteran su planteamiento. El problema es que siguen dándose denuncias de vecinos, la última en abril, periodo donde según ya estaban vigentes las medidas que se tomaron, según la Superintendencia”, apuntó el parlamentario.

“La pregunta es entonces ¿a quién le creemos? Porque es del todo inverosímil pensar que los vecinos de Labranza van a inventar una denuncia de estas características. La única solución que tenemos para que se solucione esta problemática, si persiste, es pedir un acercamiento y diálogo entre los vecinos, el ente fiscalizador, la seremi de Salud y la empresa sanitaria”, indicó.

La gestión

En abril de este año, el senador Huenchumilla realizó una segunda gestión hacia la Superintendencia de Servicios Sanitarios, donde solicitó a al ente supervigilante que informara “la situación actual de control, fiscalización o procesos sancionatorios a la empresa de servicios sanitarios Aguas San Isidro (…) así como las medidas a tomar para verificar, nuevamente, que la empresa sanitaria esté cumpliendo con sus obligaciones legales”.

La respuesta

Al requerimiento del senador Huenchumilla, el superintendente Jorge Rivas respondió a través de documento formal, que “se ha verificado el cumplimiento de los parámetros contemplados en la NCh409/2005, en los meses de octubre, noviembre y diciembre del año 2020”, y que “los resultados correspondientes al trimestre enero a marzo de 2021, se encuentran pendientes de evaluación”.

Asimismo, el ente vigilante detalló que existe un proceso de sanción por los hechos de mala calidad del agua potable, ocurridos en julio de 2020. “según el expediente 4701/2020, en que mediante Resolución Ex. N°2126 de fecha 04 de diciembre de 2020”.

Respecto de los organismos que han estado a cargo del análisis de calidad del agua potable de Labranza, se detalló en el documento que éstos “han sido ejecutados por laboratorios acreditados ante el Instituto Nacional de Normalización INN, conforme a las instrucciones impartidas por este organismo fiscalizador”.

También la respuesta detalló que se realizaron dos muestreos paralelos de agua potable, durante la segunda quincena de octubre y la primera de noviembre de 2020, así como en marzo de 2021, “licitados y contratados con un laboratorio acreditado ante el INN (…) permiten sostener, que en esos periodos, el agua potable cumple con los parámetros considerados en la NCh409/2005”.

Además, en el documento se argumentó que de 11.804 clientes registrados por la empresa sanitaria Aguas San Isidro en la localidad de Labranza; contexto en el cual, desde octubre de 2020 a marzo de 2021 se habrían registrado 11 reclamos, “los que corresponden a problemas de carácter puntual”; así como 6 reclamos a través del Servicio de Atención de Clientes de la SISS, que corresponderían, según dicho ente, al mismo tipo de problemas.

Finalmente, la SISS detalló que durante enero de 2021, hubo reuniones de coordinación “con el equipo técnico de la Seremi de Salud Región de La Araucanía, para planificar la acción de cada organismo referida a la fiscalización de la calidad de agua potable en la localidad”, puntualizan.