Publicado por: Tiempo21 | viernes 18 de abril de 2025 | Publicado a las: 10:49
Hamás se muestra dispuesto a liberar a todos los rehenes israelíes que aún mantiene en Gaza, pero bajo una condición clara: el fin total de la guerra. Así lo expresó Khalil Al Hayya, jefe de la delegación negociadora del grupo islamista, en un video difundido a través de Telegram, donde dejó en evidencia la postura firme de la organización palestina frente a las actuales conversaciones de tregua impulsadas por la comunidad internacional.
En su declaración, Al Hayya detalló que Hamás no aceptará acuerdos parciales o treguas temporales, ya que, según afirmó, el gobierno de Benjamín Netanyahu los utiliza como una estrategia política para ganar tiempo y sostener su ofensiva. “Netanyahu prefiere sacrificar a los rehenes antes que detener la guerra”, sentenció el dirigente, acusando a Israel de llevar adelante una “guerra de exterminio y hambre” contra la población civil gazatí.
La propuesta de Hamás contempla un paquete integral de condiciones: el cese completo de las hostilidades, la retirada total del ejército israelí de la Franja de Gaza y el inicio inmediato de los trabajos de reconstrucción en un territorio devastado por meses de ataques. Esta posición contrasta con la última oferta presentada por Israel, que planteaba una tregua de 45 días durante la cual Hamás debía liberar a diez rehenes vivos en la primera semana, y que incluía como objetivo final el desarme del grupo.
Para Hamás, esta condición es «inaceptable». La organización considera que exigir su desarme como requisito para una tregua constituye una forma encubierta de rendición y deslegitimación de su causa política y militar. De los 59 rehenes israelíes aún en poder de Hamás —uno de ellos cautivo desde antes del 7 de octubre de 2023— se estima que al menos 24 estarían vivos, según fuentes israelíes.
Mientras tanto, el conflicto sigue dejando un saldo dramático en vidas humanas y en destrucción material. Las conversaciones para un alto el fuego se estancan una y otra vez, atrapadas entre las demandas opuestas de dos actores que parecen cada vez más alejados de un punto común. En ese escenario, los rehenes, sus familias y la población civil en Gaza quedan atrapados en una pugna que se prolonga sin horizonte claro de resolución.