Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 17 de junio de 2024 | Publicado a las: 09:37
Por Gonzalo Donoso, académico Escuela de Psicología, Universidad Andrés Bello
La tasa de natalidad ha disminuido en los últimos años. En Chile, en 2023, se registraron 173.920 nacimientos, la cifra más baja de la última década. ¿Cómo se explica esto?
Las personas viven hoy en un mundo en cambio permanente, donde la inestabilidad y la rapidez de la información asecha, exigiendo una adaptación constante. Esta situación hace del futuro un problema más que una meta.
Las dificultades físicas o emocionales deben ser resueltas rápidamente, ya sea a través del tratamiento farmacológico o de terapias que apuntan a desarrollar las competencias necesarias para recuperar la capacidad productiva.
La llegada de un hijo es, antes que nada, el establecimiento de un vínculo afectivo que, junto con amor, ofrece un lugar al interior de una familia. Tener un hijo requiere la presencia de una madre y/o de un padre, o de alguna persona que, con afectos, envuelva la relación con ese niño.
Esto implica, para los padres no sólo amor, sino que una suficiente capacidad de rehusamiento de su narcisismo para traspasar ese amor propio al vínculo con ese hijo. Es probable que los jóvenes de hoy -que lidian con desafíos y exigencias que atentan contra los vínculos reales, y que maximizan las capacidades individuales- opten por renunciar a la parentalidad como una estrategia de conservación de su sí mismo en un mundo exigente y altamente competitivo.