Publicado por: Karina Pavez | miércoles 3 de junio de 2015 | Publicado a las: 14:31
Con frecuencia se escucha decir que hay que desayunar como rey, almorzar como príncipe y cenar como mendigo. Pues bien, esta frase es un pálido reflejo de la importancia del desayuno. La relevancia de esta comida ha sido sustentada a lo largo de los años en diversos estudios científicos.
Uno de ellos, publicado en The FASEB Journal en 2012, encontró que un desayuno con la suficiente cantidad de proteínas mejora el control del apetito, así como la saciedad, y reduce el consumo de pasabocas y comida de paquete que es poco saludable.
Otro trabajo recientemente publicado en la misma revista científica y dirigido por Amy Durn encontró que quienes desayunan con regularidad aumentan el metabolismo energético e incrementan la quema de grasa corporal. En mayo pasado un tercer estudio, publicado en el Epidemiology Journal, mostró que quienes tienen el hábito de saltarse el desayuno incrementan el riesgo de padecer diabetes tipo II.
Estas son 10 razones más por las cuales es recomendable desayunar.
1. Ayuda a bajar de peso: está demostrado que las personas que desayunan tienen un menor Índice de Masa Corporal (IMC), una medida para saber el peso adecuado para la estatura que se tiene.
2. Acelera el Metabolismo: cuando se desayuna el metabolismo da una señal al organismo para que no acumule grasa y en cambio gaste los excesos de grasa corporal.
3. Mejora el rendimiento intelectual: consumir un desayuno balanceado suministra los nutrientes y la energía necesaria para llevar a cabo los procesos metabólicos y neuronales que facilitan una mejor atención y concentración.
4. Mantiene o incrementa la masa muscular: cuando la persona se salta esta comida el organismo satisface las necesidades energéticas con el autoconsumo de la masa muscular.
5. Ayuda a consumir menos calorías el resto del día: al quedar muy satisfecho en la mañana, el individuo tiene menos hambre y menos riesgo de consumir alimentos altos en calorías y de bajo aporte nutricional.
6. Mejora el rendimiento físico: cuando se desayuna se tiene la energía necesaria para todas las actividades de la mañana.
7. Mejora la salud de los dientes: la falta de desayuno se asocia con la aparición de caries dental.
8. Previene la hipoglicemia: al desayunar se mantienen estables los niveles de azúcar en la sangre y con esto se evita una baja en los mismos. Cuando no se hace se podrían producir síntomas tales como mareos, debilidad o desmayos, entre otros.
9. Reduce la ansiedad de comer en las noches: cuando no hay desayuno o no se hace en la forma adecuada se dispara la ansiedad por comer harinas y dulces en las noches, ya que el organismo siente que los nutrientes suministrados no fueron suficientes.
10. Reduce el riesgo de desarrollar síndrome metabólico: este síndrome se da cuanto se juntan tres o más de los siguientes factores: sobrepeso, colesterol alto, triglicéridos altos, exceso de grasa a nivel abdominal, glicemia o niveles de azúcar en sangre altos.
Por Renata Cortés (Nutricionista y dietista Universidad Javeriana
Health Coach Integrative Nutrition Institute de Nueva York)