La Secretaría de Marina de México ha incautado 1.500 kilos de pastillas de fentanilo, el mayor alijo de este opioide en la historia del país. El decomiso, realizado en dos operativos distintos en Sinaloa, se produce en medio de una escalada de violencia en el estado, debido a la lucha interna entre las facciones del Cártel de Sinaloa, y apenas unas horas después de que el Congreso aprobara una ley contra la droga.

Operativos conjuntos y detenciones

El operativo involucró a la Marina, el Ejército, la Guardia Nacional y otras agencias de seguridad, y resultó en la detención de dos hombres presuntamente vinculados al Cártel de los Beltrán Leyva. Durante la incautación, también se confiscó armas de fuego, vehículos y materiales para la producción de fentanilo.

Nuevas leyes y tensiones con EE. UU.

El decomiso tiene lugar días después de la aprobación de una ley que prohíbe la producción y distribución de fentanilo y sus precursores químicos en México. Esta medida surge en respuesta a las crecientes amenazas de Donald Trump, quien, aún antes de asumir la presidencia de EE. UU., había advertido a México sobre posibles sanciones comerciales si no frenaba el tráfico de fentanilo hacia su país. El decomiso y la legislación marcan un punto de inflexión en la lucha contra la crisis del opioide, que ha devastado a Estados Unidos con miles de muertes por sobredosis.

La guerra contra el fentanilo continúa

A pesar de la incautación, el tráfico de fentanilo sigue siendo una prioridad en la agenda de seguridad de México, ya que el país se encuentra en medio de una batalla con poderosos cárteles del narcotráfico que siguen buscando nuevas rutas para la distribución de este opioide extremadamente peligroso.