Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 1 de agosto de 2021 | Publicado a las: 12:18
“…grandes compañías multinacionales que fabrican y proveen productos de uso doméstico advierten que el mayor costo de sus insumos ha reducido sus márgenes y no descartan el traspaso de los mayores costos a sus clientes. Por ejemplo; el champú, detergentes, productos para el cuidado del hogar y de belleza, pañales, té, mayonesa e incluso los helados, se hace hoy mucho más costoso producirlos”.
Escribe: Humberto Salas Jara, Académico Facultad de Administración y Negocios. Universidad Autónoma de Chile.
La última medición del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del INE, muestra un acumulado de 2,0% durante el presente año y un incremento de 3,8% a doce meses. El indicador se aproxima al límite máximo del rango de tolerancia del Banco Central (4%) e impulsó, entre otros factores, al instituto emisor a iniciar un proceso de normalización elevando tasas desde el mínimo técnico luego de 16 meses. Los efectos de esta medida están orientados principalmente a frenar los shocks derivados de estímulos fiscales paliativos a la crisis del COVID-19, estos han provocado un incremento considerable en la demanda de bienes durables como viviendas, vehículos, tecnología y además de alimentos, lo que ha impactado también en sus precios. Sin embargo, existen fenómenos coyunturales que pueden impactar y generar presiones inflacionarias desde la oferta.
En el contexto global, la reactivación de economías como China y EEUU ha incrementado la demanda de materias primas, toda vez que se restablecen gradualmente las cadenas de suministro. Esto ha originado que commodities utilizados en la industria manufacturera y construcción se aprecien. Es así como el acero y sus derivados, cobre, el mineral de hierro, el carbón, petróleo, granos, semillas, fertilizantes, leguminosas y aceites, entre otros han incrementado considerablemente su valor de mercado, duplicándose en algunos casos. Es así como grandes compañías multinacionales que fabrican y proveen productos de uso doméstico advierten que el mayor costo de sus insumos ha reducido sus márgenes y no descartan el traspaso de los mayores costos a sus clientes. Por ejemplo; el champú, detergentes, productos para el cuidado del hogar y de belleza, pañales, té, mayonesa e incluso los helados, se hace hoy mucho más costoso producirlos.
Localmente el escenario no es distinto, de acuerdo con los informes del INE, el aumento interanual de 30,4% mostrado por el Índice de Precios de Productor (IPP) que agrega sectores como minería, manufactura, electricidad, gas y agua, acumula un 16,0% el primer semestre. Por su parte, el Índice de Precios de Productor Industria Manufacturera (IPPMan) se incrementó en un 11,0% respecto del año anterior y acumula un 9,0% el primer semestre, el Índice de Costos del Transporte (ICT) muestra un incremento acumulado de 7,3% el presente año 2021, y los Índices Nominales de Remuneraciones y del Costo de la Mano de Obra revelaron incrementos interanuales de 5,8% y 6,3%, respectivamente en su última medición.
Si a lo anterior agregamos que, al examinar el Índice de Confianza Empresarial elaborado por UDD y UA, en la Región Metropolitana y Araucanía específicamente en una de sus variables que es la percepción de los distintos sectores económicos respecto de la proyección del precio de insumos, esta se mantiene en niveles de pesimismo en distintos grados, dando indicios que la percepción del empresariado es que sus costos de producción se verán incrementados en el mediano plazo.
El escenario descrito nos muestra que, si bien los efectos de una mayor tasa de interés pueden tener un impacto en la demanda agregada, se debe monitorear las presiones de costos que hoy están viviendo las empresas en diversos rubros productivos y de servicios, pues paulatinamente estos se transfieren a precio, lo que al parecer seguiría mermando el poder adquisitivo de consumidores y familias.