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Estado de excepción de emergencia, mejor que nada

Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 17 de octubre de 2021 | Publicado a las: 10:14

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“El despliegue de medios, debe ser de tal forma que no desprestigie a la fuerza de tarea, ya que si utiliza las técnicas de eficiencia y eficacia para las acciones anti terroristas, tienen que tener claro que la crítica perversa de una gran mayoría qué opina de todo sin salir de la zona de confort, será lapidaria y no habrá medio audiovisual que los salve, incluso en un debido proceso judicial”.

Escribe: Jorge A. Aguirre Hrepic, Profesor de Estado, consultor en Inseguridad, Criminalista-Criminólogo.

La tranquilidad siempre ha costado algo, nunca ha sido gratis, el tema es cuánto es el costo que hay que pagar para vivir en calma.

Algo que debiera ser gratis, a partir de un derecho humano, permanente, de la noche a la mañana se transforma en un bien escaso, cuando la paz -por la naturaleza que sea- se ve alterada abruptamente.

Sin embargo, se pierde toda lógica cuando la contingencia caótica del desorden, daño, lesiones, pérdidas de vidas y el terror, se apoderan por mucho tiempo de un territorio específico y la respuesta no es rápida ni coherente conforme a los hechos.

En este sentido, el territorio amagado es el mismo de siempre, llamado eufemísticamente “macro zona sur”, que está definido parcialmente y conforme a la conveniencia administrativa de la eterna burocracia de la gobernanza chilena. Ergo, no existen criterios técnicos para ello.

Lo anterior se fundamenta en que los propios decretos diseñados para nombrar delegados y fijar límites territoriales supra regionalización, el propio centralismo muestra su desconocimiento a la hora de enfrentar las contingencias. Mientras el anti social subvertor, tanto ideológico como ejecutor, observa risueñamente la inconsecuencia operativa del Estado. 

La muestra principal, es decir que la macro zona la constituyen las regiones del Biobío, La Araucanía y Los Ríos, pero a la hora de enfrentar los problemas, se segmentan unilateralmente sin medir los efectos que se pueden producir.

Esta decidía estatal, al no reaccionar con medidas concretas, confunde a la gente de bien y facilita los medios a los subversores de todo, generando un escenario propicio para seguir haciendo de las suyas.

Si bien, ninguna ciudad es igual a otra, menos las regiones son similares, pero los conflictos si cruzan las fronteras y se pueden replicar sin ningún contratiempo, pues tienen la voluntad para operar donde deseen.

Aquí es donde aparece el contrasentido, cuando se pretende estandarizar una respuesta para que la opinión pública perciba que algo se hace y que no es maquillaje comunicacional una medida de protección territorial que en definitiva no lo es, ya que el diseño del planeamiento operativo es inadecuado. En buen castellano, el remedio puede salir más caro que la enfermedad, y no habrá tratamiento que lo solucione.

Si viajamos al norte de Chile, con los problemas de migraciones, y todo lo que conlleva, que no es de antigua data, pero sí de efervescencia social y clamor popular, la medida fue apoyar con las FF.AA. la actividad de control social, con la limitante de que son tareas de apoyo y logísticas. Así de simple.

En tanto, en las tres regiones sureñas indicadas, el problema que, sí es de antigua data, permanente y en escalada, la respuesta es ambigua, timorata y lenta para no romper ningún huevo de la bandeja y hacer tortillas sin este vital elemento. En definitiva, hacer, pero no hacer, solo mostrar que algo se hace. Viejo truco.

En el intermedio, ante cientos de ataques terroristas, que a muchos les asusta este epíteto y consideraron desde siempre hechos aislados, ante la masificación sin mesura de los mismos, ahora se llama violencia rural.

La respuesta estatal fue el decreto Nro. 249, para utilizar a las fuerzas armadas en la búsqueda de una solución no definida, pero el contralor general de la república, Jorge Bermúdez, salió al paso y no tomó razón de aquello. Quedó como letra muerta.

Ante el indiscutido e irracional incremento de atentados terroristas, de toda tipología, con más muertes incluidas, habida consideración de la crisis institucional y política que vive el país, la presión se incrementó con otro para de camioneros con corte de rutas, reclamos de los gremios y reacción de agricultores en la Región de Los Ríos, quienes señalaron, “no permitiremos lo que ha pasado en La Araucanía”.

Hacemos presente que durante dos años en este medio de comunicación (Tiempo21), hemos proyectado el conflicto en forma objetiva y con antecedentes irrefutables, que, sujetos a críticas por parte de los filodoxos (amantes de la opinión) de siempre, han tratado de restarle importancia y se someten a la respuesta política correcta, “Hemos presentado querellas contra quienes resulten responsables”. Frase para el bronce.

El esperado estado de Sitio para el sur de Chile no llegó y en subsidio se elaboró el decreto nro. 270 de fecha 12 de octubre de 2021, que, con tirabuzón manual, es masticado por la Contraloría General de la República, organismo que no está muy convencido de esta medida, de instaurar por 15 días, el Estado de excepción constitucional de emergencia para determinadas zonas de Chile. Veremos la respuesta.

En lo operativo, ya está en Temuco el general de brigada Lionel Curti Santibáñez, como representante del Ministerio de Defensa en la zona, con 900 soldados y 6 Mowag. No faltará quien diga por que entregan esta información por este medio.

Para vuestro conocimiento, esta medida de excepción ha sido publicitada con megáfonos por todos lados, cero secretismos, y ha sido criticada también por todos lados, donde las opiniones a todo evento reflejan la mayor deficiencia estatal en medidas de seguridad, creando más inseguridad y forjando expectativas que no son.

De hecho, los primeros en reaccionar a las palabras del senador Francisco Chahuán, quien filtró la noticia y se atribuyó el mérito de la misma. Fueron los propios terroristas diciendo que “van a repeler a las fuerzas armadas y a carabineros, y que el Estado será responsable de lo que pase”. Así de sencillo y con total desparpajo.   

Acto seguido, lo de siempre, para demostrar su poder y ante la difusión, reanudaron los ataques con mayor fuerza y ampliaron el teatro de operaciones a la región que no estaba considerada en este decreto 270.

Tal cual, este decreto y no se engañen, solo ampara cuatro provincias de dos regiones, a saber, Bio Bio, Arauco, Malleco y Cautín.

La región de los Ríos, arbitrariamente quedó fuera y por lo tanto los dados se cargaron a Valdivia y seguirán por allá.

Rápidamente la senadora Enna Von Baer, solicito tres vehículos blindados para la zona de Valdivia, como protección para el personal.

Aquí comienza la escalada inversa, hablar por hablar, como se define la fuerza a emplear, en base a qué criterios, se necesitarán 9 blindados o 20, se necesitará un contingente de tres mil personas equipadas con toda tecnología, para enfrentar el terrorismo.

No importa el tamaño de las unidades, cuando menos pueden hacer más, ya que no es un problema numérico, sino que es un problema de voluntad, y eso es lo que no hay por ninguna parte, excepto en la mente de los subvertores, que a ellos les sobra tiempo, dedicación y recursos para hacer o que quieran, total poseen licencia para matar.

Los comentarios de algunos candidatos presidenciales sobre este tema serán omitidos ya que demuestran total desconocimiento del conflicto de marras.

Incluso, el propio cometario repetido y reiterado del delegado presidencial especial Pablo Urquízar, señaló que la medida especial se tomaba ya que había terrorismo, narcotráfico y crimen organizado. Es decir, un triángulo criminal que había de controlar.

El tema en cuestión principal, no es el “que”, sino es el “como” se va a ejecutar, cual es la misión, sus objetivos, tareas y finalidad.

El despliegue de medios, debe ser de tal forma que no desprestigie a la fuerza de tarea, ya que si utiliza las técnicas de eficiencia y eficacia para las acciones anti terroristas, tienen que tener claro que la crítica perversa de una gran mayoría qué opina de todo sin salir de la zona de confort, será lapidaria y no habrá medio audiovisual que los salve, incluso en un debido proceso judicial.

Para muestra, lo ocurrido en Santiago con la muerte lamentable de Denisse Cortés Saavedra, estudiante de derecho, activista política y miembro de la brigada de defensa de derechos humanos, donde no obstante existir videos que muestran lo ocurrido, aun la mayoría señala que los autores de aquello fueron Carabineros. Hay que tener claro que en la actualidad no hay confianza ni credibilidad en ninguna fuerza del Estado, situación que no ha sido espontanea sino que muy bien trabajada, y cuando esto se representó, los políticos profesionales estaban en otra dimensión. Ahora es tarde.

 En el mentado decreto 270, se le dispone al general Curti, asumir el mando de las Fuerzas Armadas y de Orden y Seguridad Pública que se encuentren en las zonas declaradas en estado de emergencia, bajo su jurisdicción, para los efectos de velar por el orden público y de reparar o precaver el daño o peligro para la seguridad nacional que haya dado origen a dicho estado, debiendo observar las facultades administrativas de las autoridades institucionales colocadas bajo su jurisdicción y, en particular, las  correspondientes a los respectivos delegados presidenciales regionales. En especial, las Fuerzas Armadas podrán desplegar unidades aéreas, terrestres y/o marítimas para prestar apoyo logístico, de vigilancia, de transporte y tecnológico a los procedimientos policiales a desarrollarse en las zonas declaradas en estado de emergencia. No podrán llevar a cabo procedimientos policiales de manera autónoma y directa, sin perjuicio de lo dispuesto en el decreto supremo No 8, de 2020, del Ministerio de Defensa Nacional. (sic.)

De la sola lectura de este párrafo del documento publicado en el diario oficial, se desprende tácitamente la maniobra teatral previa del maquillaje con exceso de colorete que no permite visualizar el rubor del rostro de las máximas autoridades, que, sin usar mascarilla de protección para el covid19, se muestran inmutables creyendo que descubrieron la pólvora.

Con este documento redactado por quién sabe quién, solo nos queda rogar al altísimo o a quien sea, para que no se produzca un enfrentamiento armado, no le quiten las armas a un soldado, fundamentalmente porque este conflicto asimétrico, se volcó hacia un conflicto de cuarta generación (medios comunicacionales) donde el que informa primero gana aun cuando utilice la mentira, total la verdad ya no interesa, hay cientos de ejemplos que lo reflejan.

Finalmente, hay que reconocer que, a falta de pan, buenas son las tortas y a falta de estado de sitio, el estado de excepción constitucional de emergencia, es mejor que nada.

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