Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 17 de octubre de 2021 | Publicado a las: 09:59
Escribe: Marcelo Soto. Fuente: exante.
El presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura, Cristián Allendes, entra el debate de la migración y lo hace desde un punto de vista proactivo: en su sector necesitan cubrir 130 mil puestos de trabajo y afirma que buena parte podrían ser ocupados por migrantes. Sostiene que los bonos de la pandemia han hecho que muchos chilenos no quieran salir a trabajar. Y dice que una virtud del migrante es que “viene a eso: a trabajar”.
-En el debate de candidatos presidenciales surgió el tema de los migrantes que podrían trabajar en agricultura. Entiendo que hay más de 100 mil puestos de trabajo sin cubrirse, que podrían ser ocupados por extranjeros. ¿Cuál es el impacto de la inmigración en el sector?
-Si bien en la agricultura la tradición era que no más de un 20% de la mano de obra era extranjera, ese porcentaje ha ido subiendo. Y ha influido en ese cambio la pandemia, que ha hecho estragos en el sector. Ha sido un problema porque los trabajadores habituales chilenos que teníamos han caído fuertemente, debido a los bonos. Un trabajador o trabajadora, con cinco o seis personas en su familia, podía optar a bonos de 500 mil o 600 mil pesos. Entonces, han hecho cuentas y descubren que de repente recibir los bonos y hacer pololitos o cosas familiares o de emprendimiento o incluso no hacer nada, les reporta mejor que salir a trabajar. Por eso ha habido más expectativa de parte de la agricultura de tener más extranjeros o migrantes, porque es gente que viene a eso: a trabajar.
-¿Qué nacionalidades son las más comunes?
-Los que más trabajaban eran haitianos, bolivianos, principalmente. Pero en el caso de los haitianos, ya no están llegando más, prácticamente.
-¿Han bajado mucho en los trabajos en los campos?
-Sí, el número ha bajado muchísimo. Hemos visto que (los haitianos) se han ido a EEUU u otro lado, porque no se han cumplido las expectativas laborales que tenían en Chile. Eso ha cambiado.
-¿Otros países agrícolas tienen alto porcentaje de migrantes?
-Por ejemplo, California, la sexta economía más grande del mundo, tiene una agricultura inmensa y el 90 % de los trabajadores agrícolas son mexicanos. Y sin migrantes no se podría producir nada allá. En Europa es parecido. En Chile va a tener que ir pasando lo mismo, porque tenemos un clima privilegiado, aunque estamos con problemas de agua, y una historia de producir alimentos, fruta, vino. Eso no se puede cerrar por no tener gente para trabajar.
Porque si el chileno, por ejemplo, no quiere trabajar tenemos que estar dispuestos para que venga más gente extranjera de una manera ordenada a Chile, con visas temporales de trabajo muy claras, por seis meses renovables, y que al término de su trabajo tengan que salir.
-Pero mucha gente viene a quedarse…
-Sí, pero hay otros que vienen siempre y luego vuelven a Bolivia o Perú. Ahora, con los problemas que ha habido en Venezuela, en Haití, es cierto que hay una gran cantidad de gente que viene a quedarse. Desgraciadamente hoy día ha entrado mucha gente de forma irregular, y eso también creemos que hay que regularizarlo. La solución no es solamente expulsarlos, sino que puedan legalizarse. Que las personas que no tengan antecedentes se puedan formalizar con una visa temporal o permanente, dependiendo de las circunstancias. Para nosotros en la agricultura es muy importante que sigan los inmigrantes trabajando en nuestros campos.
-¿Ustedes necesitan más migrantes de forma urgente?
-Sí, necesitamos más migrantes para trabajar los campos. La verdad es que hoy día, cuando los chilenos por varias razones, entre ellas los bonos, no quieren trabajar tanto en el campo, necesitamos mano de obra extranjera.
-¿Cuánto calculas la necesidad de trabajadores?
-Si es que los chilenos no vuelven a trabajar, por lo menos 130 mil personas en el ámbito agrícola de jornada completa.
Si pudiéramos contar con 100 mil trabajadores extranjeros, los recibimos. Ojalá que los chilenos no se arrepientan después de no aceptar los trabajos agrícolas y después no los tengan. Cuando la gente después de los bonos salga a trabajar, en la industria o en el comercio, quizá no va a haber trabajo, porque esos rubros se han tecnologizado mucho estos dos años de pandemia. Muchas empresas han reducido el personal. Es un tema complejo, necesitamos más gente y si no son chilenos, que sean migrantes perfectamente. No queremos que el migrante le quite el trabajo al chileno. Queremos que si el chileno no quiere trabajar pueda haber un migrante que ocupe esa plaza. Pero no dejar esa plaza botada, porque eso es malo para el país.
-¿Plantean darle facilidades a los inmigrantes para regularizar su situación y poder trabajar?
-Claro. Planteamos que sea una cosa fácil, porque los migrantes de países vecinos vienen con el carnet nomás: que sea un trámite fácil, que estando acá les den estas visas en un consulado o embajada, ¡porque ya están acá! No podemos tapar el sol con la mano. Están trabajando de forma indocumentada: lo vemos en los motoboys de reparto, que está lleno de migrantes y la mayoría lo hace ilegal. Es mucho mejor que el estado sepa cuántos hay, quiénes son y dónde están. Tiene que haber un sistema como fast track de regularización de los que están acá y también algo fácil para quienes quieran ingresar. Con todos los requerimientos necesarios, pero que sea más fácil y cercano, porque muchos no tienen o no manejan internet.
-¿Cuáles son los sueldos en promedio en estas plazas de trabajo en agricultura?
-Hoy día un trabajador puede ganar entre $500 mil y $1 millón. Es imposible encontrar un trabajador que gane menos de 500 mil pesos. Esto líquido, no bruto. O sea 650 mil pesos brutos y de ahí para arriba. Muy por sobre el ingreso mínimo. Son sueldos atractivos.
-Sobre el trabajo agrícola está la imagen de ser muy pesado, extenuante…
-La agricultura actual no es un trabajo tan duro como pudo serlo en décadas pasadas. Se ha desarrollado mucho.