En 2024, el Gobierno destruyó un total de 24.402 armas y accesorios incautados y entregados voluntariamente, como parte de la Ley de Control de Armas. Entre el armamento destruido se encontraban pistolas, revólveres, rifles y armas artesanales. El acero obtenido de esta destrucción será utilizado para construir una sala psicosocial en la Escuela Básica Tomás Vargas y Arcaya de Maipú, con el objetivo de mejorar la salud mental y la convivencia de los estudiantes.

La iniciativa es un esfuerzo conjunto de la agencia La Familia, los Ministerios de Educación y Defensa, Aceros AZA y la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Valparaíso. Desde 1990, Chile ha destruido cerca de 224.000 armas, y durante la administración del presidente Gabriel Boric se han eliminado más de 67.000 armas.

El presidente Boric destacó que la destrucción de armas es un paso importante para reducir el poder de fuego de las bandas criminales y mejorar la seguridad en el país. La colaboración público-privada ha sido clave en este proceso, demostrando que la cooperación entre diferentes sectores puede abordar problemáticas de seguridad de manera efectiva