Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 30 de junio de 2024 | Publicado a las: 21:26
Por: Jaime Torres, Máster BIM Internacional, Académico BIM y socio de la CChC Araucanía
En un mundo globalizado que avanza a pasos agigantados y con premura en desarrollar altos estándares de eficiencia, eficacia y en reducir nuestra huella de carbono a partir de procesos más limpios, como industria de la construcción hemos trabajado en desarrollar el concepto “Construcción 4.0” junto a la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) abordando pilares fundamentales como Capital humano, Sostenibilidad Ambiental y Social, Innovación y Gestión de Modelos.
En esa línea, el BIM (Building Information Modeling), metodología que implica el modelado y gestión de datos de edificaciones a lo largo de todo el ciclo de vida del proyecto, ha tomado fuerza en nuestro país a través de una serie de iniciativas, a nivel público y privado, con el objetivo de potenciar su llegada a nuestra industria. Desde allí nace el PlanBIM (2016), iniciativa impulsada por la Hoja de Ruta de Construye2025, con financiamiento basal de CORFO, para promover el uso y aplicación de la metodología BIM en Chile.
Hoy, ocho años después desde el inicio de un trabajo que ha involucrado a privados, academia e instituciones pública, no se entiende la decisión de suspender el financiamiento al PlanBIM, a priori una mala determinación considerando el contexto actual de la industria de la construcción y a lo que aspira: mayor inmersión de procesos altamente digitales, industrialización, utilización de inteligencia artificial y metaverso, modelos digitales 3D, 4D, 5D, entre otras tecnologías que ayudan a generar proyectos más eficientes, con menores errores de ejecución y reducción en sobre costos por partidas no previstas.
Las razones por las que se toma esta decisión no son claras, ya que el avance de la implementación de la metodología BIM en instituciones del estado fue importante. En la academia muchas universidades recogieron el desafío y modificaron sus mallas curriculares para que nuevas camadas de profesionales tengan en su ADN conceptos metodológicos BIM y superemos el paradigma de solo pensar en hardware y software.
Tenemos la oportunidad de revertir esta decisión y no perder todo lo avanzado en estos largos años en los que PlanBIM desarrolló estándares, capacitaciones, formación de capital humano y fuerza laboral, teniendo un contexto complejo en la construcción
Hoy se levantan a fuerza de voluntad instancias paralelas desde el mundo privado y gremial, como la AceleradoraBIM de la CChC y sus embajadores por regiones a lo largo del país, pero esta política pública debe contar con financiamiento transparente, constante y no a goteras, además de ser adecuado a la altura del desafío de los objetivos y meta al 2025. “El mandato es incrementar la productividad y sustentabilidad de la industria de la construcción”. A nivel latinoamericano somos referentes y voz autorizada en el desarrollo de esta iniciativa y no podemos permitir que esto quede a la deriva o retroceda y termine siendo letra muerta.