Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 17 de enero de 2020 | Publicado a las: 18:15
“Las cifras de empleo regionales aun no acusan con claridad impactos de la crisis social, pero se comienza a notar un cambio de tendencia en la dinámica laboral”.
Patricio Ramírez R., coordinador Observatorio Económico y Social, Universidad de La Frontera.
La Araucanía registró una tasa de desocupación 6,7% para el último trimestre móvil septiembre-noviembre 2019, anotando un aumento de 1,1 puntos porcentuales (pp.) respecto a igual trimestre del año anterior. Los ocupados totales aumentaron en 9.060 personas en 12 meses, marcando uno de los mejores incrementos en 2019 que registró mayoritariamente reducciones de ocupados.
Sin embargo, la cantidad de desocupados se incrementó también en 6.640 personas en 12 meses, esto debido al incremento de la fuerza de trabajo interanual que llegó a las 15.700 personas. Este trimestre muestra un cambio en relación a la fuerza de trabajo, ya que los trimestres previos del año ésta venía a la baja.
Esta dinámica a su vez exhibe que muchas personas de la región decidieron entrar al mercado laboral mostrando su disposición y realizando esfuerzos por buscar empleo, esto podría estar indicando que la incertidumbre generada por la crisis social y sus potenciales efectos en el empleo hayan impulsado y/o acelerado a muchas de estas personas a tomar la decisión de buscar un empleo como medida de protección a un futuro con algún grado de incerteza en materia económica y laboral.
Si bien en términos generales es positivo el aumento neto de 9.060 personas ocupadas en 12 meses, la composición por categoría de dichos nuevos ocupados no es la mejor en términos de calidad y formalidad del empleo. Esto porque el incremento de los ocupados totales estuvo sustentado principalmente en el fuerte aumento de los ocupados por cuenta propia que registraron un crecimiento de 19.420 personas en 12 meses, mientras que la categoría de empleadores mostró una caída de 7.920 personas.
En tanto, los ocupados asalariados solo crecieron marginalmente en 1.230 personas en 12 meses, y esto debido al aumento de los asalariados públicos que aumentaron en 6.440 personas ya que los asalariados privados cayeron en 5.210 personas. Típicamente en ciclos de debilidad económica, el empleo asalariado cae, especialmente el privado, ya que las empresas al enfrentarse a un escenario de menor demanda e incertidumbre toman medidas restrictivas en sus costos.
En cuanto a género, las mujeres se han visto más perjudicadas. La tasa de desempleo femenina llegó al 8,1% registrando un aumento de 2,0 pp. en 12 meses. El total de mujeres desocupadas llegó a 17.170 aumentando en 5.010 en relación a un año atrás. La desocupación de los hombres fue de 5,8% registrando un aumento de 0,5 pp. en 12 meses. Los desocupados hombres fueron 17.190 y aumentaron en 1.630 respecto a un año atrás. Las cifras de empleo regionales aun no acusan con claridad impactos de la crisis social, pero se comienza a notar un cambio de tendencia en la dinámica laboral.