Multitiendas Corona, una de las marcas más tradicionales del retail chileno, atraviesa una de las crisis más severas de su historia. El 25º Juzgado Civil de Santiago fijó el 12 de mayo como el plazo definitivo para que la empresa logre concretar un acuerdo de reorganización con sus acreedores y así evitar la liquidación forzosa de sus activos.

La compañía solicitó en marzo su ingreso a un proceso de reorganización judicial en medio de graves dificultades financieras, producto de una acumulación de deudas que superan los $90 mil millones. La solicitud fue vista como un intento por ganar tiempo para reestructurar su pasivo y mantener sus operaciones, en un escenario de fuerte contracción del consumo y endurecimiento de las condiciones de crédito en el mercado.

Durante el proceso, Multitiendas Corona ha mantenido negociaciones intensas con sus principales acreedores para conseguir el apoyo necesario que le permita aprobar su plan de reestructuración. Sin embargo, el tiempo juega en su contra: de no alcanzar un acuerdo antes de la fecha límite impuesta por el tribunal, la empresa se verá expuesta a la liquidación inmediata, lo que significaría el cierre de tiendas, la venta de sus activos y el despido de cientos de trabajadores.

Corona, fundada en 1953, tiene una fuerte presencia en sectores medios y populares del país, y ha logrado posicionarse en el mercado gracias a su enfoque en el crédito al consumo. No obstante, en los últimos años su modelo de negocios se vio fuertemente afectado por la desaceleración económica, el aumento de la morosidad y la competencia de nuevos actores digitales.

El futuro de Multitiendas Corona depende ahora de la capacidad de su administración para persuadir a sus acreedores y ofrecer un plan de pagos viable que permita a la empresa reestructurarse y seguir operando en un mercado cada vez más desafiante.