El ministro de Bienes Nacionales, Francisco Figueroa, ha puesto fin a la polémica en torno a la fallida compra de la casa del expresidente Salvador Allende, declarando que no autorizará el contrato. Figueroa, quien asumió el cargo tras la salida de Marcela Sandoval, ha señalado que se cometieron «desprolijidades» en el proceso y que este nunca debió salir del ministerio.

El ministro ha solicitado informes detallados y ha instruido un procedimiento disciplinario para identificar los errores y tomar medidas correctivas. «Mientras yo no apruebe esta compraventa, esta compraventa no existe y yo no la voy a aprobar», afirmó Figueroa. Además, destacó que los recursos destinados para la compra están en las cuentas fiscales y no se ha realizado ningún pago.

Figueroa también hizo una autocrítica sobre sus declaraciones pasadas como dirigente estudiantil, sugiriendo que debería haber sido más cuidadoso con sus palabras. La decisión de no aprobar la compra busca cerrar un capítulo controversial y evitar futuros errores en procedimientos similares.