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Machi Francisca Linconao; símbolo de un cambio cultural

Publicado por: Claudio Nuñez | sábado 22 de mayo de 2021 | Publicado a las: 12:32

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“Su participación como candidata a la Convención Constituyente resultó en cierto modo una sorpresa, y que haya sido electa Constituyente, es un hecho relevante, que merece un análisis”.

Escribe: Eugenio Salas Olave, Artista Visual – Consultor Patrimonio Indígena.

La machi Francisca Linconao comenzó a ser conocida a partir del Recurso de Protección colocado en la Corte de Apelaciones de Temuco, el año 2008, para la protección de un menoko, un espacio sagrado del que extraía sus hierbas medicinales, para el ejercicio de la medicina de su comunidad y todos quienes solicitaran su servicio; el recurso fue acogido, basado en el uso ancestral de dicho espacio. Este juicio se transformó en el precedente sobre la protección y derecho de uso de tierras sagradas o de uso cultural independientes de quien es el o la dueña.

Luego la machi Francisca aparece en todos los medios vinculada al horroroso crimen del matrimonio Lucksinger; estuvo detenida, alegando inocencia, hizo huelga, fue acompañada por hombres y mujeres de su pueblo y de una comunidad solidaridaria de jóvenes y organizaciones sociales. Meses después la machi Francisca resultó libre, sin pruebas que la vincularan. Todo fue parte de un montaje con testigos falsos.

La figura de la machi Francisca se hizo familiar en los medios, de rostro delgado, ceño fruncido, de mirada profunda, a veces desconfiada, de aspecto frágil, con  sonrisa espontánea y amable, se transformó en uno de los rostros más visibles de la causa mapuche. Se trata de una autoridad tradicional, que desempeña uno de los roles más relevantes de su pueblo: velar por la salud de los miembros de su comunidad.

Por esta razón su participación como candidata a la Convención Constituyente resultó en cierto modo una sorpresa, y que haya sido electa Constituyente, es un hecho relevante, que merece un análisis.

En la estructura socio cultural mapuche, la Machi o el Machi, es una autoridad espiritual, que se ocupa de la salud individual y colectiva. Su ruka es antecedida por su rewe, usan símbolos y espacios sagrados y como tales, los temas pragmáticos del cotidiano están fuera de su acción e interés.

 sin embargo, existen las excepciones para confirmar dicha norma. Señalar que, no creo que haya sido la machi quien quiso postularse a la Convención; más bien –pienso- debió ser persuadida inteligentemente, considerando que su visibilidad pública le otorgaba ventajas para competir, que su injusta detención y encarcelación permitía en cierto modo ayudar a hacer justicia y reparar en parte el daño que se le causó. Con ella era posible ejemplificar el reclamo histórico de su pueblo, respeto por la Ñuke Mapu (Madre Tierra) y la dignidad de los hijos de la tierra. Ella encarna la esencia de la causa mapuche profunda, la ética de la gente de la tierra, en armonía con el entorno y con el universo.

La machi Francisca, con escasos recursos y poca presencia mediática ni palomas, fue electa en el cupo de escaños reservados para pueblo indígenas. Junto a ella, también  la lingüista, académica y doctora, Elisa Loncón; la abogada Natividad Llanquileo; la abogada Rosa Catrileo, el reconocido político Adolfo Millabur; el profesor Victorino Antilef y el músico Alexis Caiguan. Todos ellos expresiones de una diversidad humana, profesional, territorial, estética y cultural, que junto a los representantes de los demás pueblos indígenas de Chile, a las y los jóvenes, hombres, mujeres electas y electos sin domicilio político, expresan la heterogeneidad que nos conforma. Para llevarlo adelante será necesario asegurar que la riqueza de esta diversidad se dé en correspondencia con la unidad.

La elección de la machi Francisca Linconao debe ser observada como un símbolo de quienes concurrieron a las urnas con la voluntad de ser actores de un cambio cultural que reconoce a la mujer como la matriz primera y en este caso de la nacionalidad chilena, que a partir de honrar su vertiente originaria, se encuentra con el mestizaje del que formamos parte y desde el cual es posible proyectarnos al futuro, sin negaciones ni dolores ancestrales.

La machi Francisca Linconao, jugará un rol cultural y espiritual que viene de antiguos saberes, del conocimiento profundo de la naturaleza, del azul de la tierra de arriba, de las aguas, del aire y del fuego; de una medicina ancestral para la salud de cuerpo y del alma, proviene de una llama espiritual que reconoce, valora y respeta la esencia del otro y por lo mismo, transita serenamente a la convivencia plurinacional. Esto quedará expresado en la Nueva Constitución; no como el anhelo de unos pocos elegidos, sino, a partir de la comprensión consciente y responsable de respetar la dignidad humana con sus diferencias y matices. Es de esperar que el resto de las y los Constituyentes electos, resguarden con serenidad y celo, la profundidad de los símbolos de este nuevo Chile.

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