En un fallo histórico, la Corte Suprema ha ordenado al Hospital Militar indemnizar con $70 millones a Pablo Gálvez y su familia, tras un error en el diagnóstico que lo sometió a un tratamiento innecesario de quimioterapia. En 2018, Gálvez acudió al hospital por un cuadro de fiebre, pero tras una serie de exámenes, incluyendo una biopsia, se le informó que padecía un cáncer de hígado con ramificaciones. Este diagnóstico erróneo llevó a Gálvez a someterse a tres sesiones de quimioterapia, que se extendieron por cuatro meses, causando un impacto devastador tanto físico como emocional en él y su familia.

El error fue descubierto cuando el propio equipo médico del hospital revisó nuevamente los resultados y concluyó que no había cáncer. La noticia, aunque aliviante, llegó demasiado tarde, después de que Gálvez y su familia hubieran pasado por un calvario de angustia y sufrimiento. La Corte Suprema determinó que el Hospital Militar incurrió en una grave deficiencia al equivocarse en el diagnóstico y administrar un tratamiento que no correspondía, lo que ocasionó un daño emocional significativo a la familia Gálvez.

El tribunal ordenó al fisco pagar $40 millones a Pablo Gálvez, $20 millones a su esposa y $10 millones a uno de sus hijos, como compensación por el daño moral sufrido. Este caso ha puesto en evidencia la necesidad de mejorar los protocolos de diagnóstico y tratamiento en los centros de salud, para evitar que errores de esta magnitud vuelvan a ocurrir.

La familia Gálvez, aunque aliviada por el fallo, sigue lidiando con las secuelas emocionales de esta experiencia traumática. «Es un alivio saber que se ha hecho justicia, pero nada puede borrar el sufrimiento que hemos pasado», declaró Gálvez.