El impacto de la salmonicultura en áreas protegidas de la Patagonia fue el foco de un análisis realizado por Juan Carlos Viveros, coordinador de Defendamos Chiloé. Durante una reciente entrevista, el ambientalista denunció que la presencia de industrias salmoneras en ecosistemas vitales contradice los objetivos de conservación, exponiendo la fragilidad de políticas medioambientales en Chile.

Uno de los casos más alarmantes mencionados fue la muerte de ballenas cerca de concesiones salmoneras. Viveros criticó que mientras Chile aspira al liderazgo oceánico, permita actividades que deterioran su borde costero. “Las áreas protegidas están desprotegidas”, enfatizó.

Inconsistencias y lobby industrial

El activista señaló que la salmonicultura es incompatible con la biodiversidad de áreas protegidas, atribuyendo esta problemática a la inacción del Estado y el fuerte lobby de la industria. “El Estado debe delimitar dónde estas actividades pueden operar sin dañar ecosistemas estratégicos”, subrayó.

A pesar del aporte económico de esta industria, los impactos ambientales son graves: pérdida de oxígeno en fiordos, destrucción de hábitats marinos y amenazas a especies como la ballena azul.

Un modelo económico insostenible

Viveros vinculó estos problemas con un modelo extractivista que prioriza ganancias por encima de la sustentabilidad. Según un estudio de JustEconomics, los costos ambientales y sociales no asumidos por la industria salmonera en Chile superan los 2.000 millones de dólares anuales.

“La falta de fiscalización convierte a las áreas protegidas en zonas de sacrificio”, afirmó, cuestionando si Chile optará por preservar su patrimonio natural o continuar destruyéndolo para fines productivos.

Cambio climático y el futuro de los fiordos

El cambio climático agrava los riesgos: fiordos sin oxígeno, pérdida de biodiversidad y aumento de temperaturas marinas. “Proteger estas áreas es vital para enfrentar el calentamiento global; el tiempo se está agotando”, alertó.

Llamado a un cambio

Viveros instó a detener la expansión de la salmonicultura en áreas protegidas y replantear el modelo productivo chileno. “Las áreas protegidas son nuestra salvación. Este problema debe resolverse ahora”, concluyó.

Para más información, Defendamos Chiloé está disponible en redes sociales como @DefendamosChiloe o vía correo en defendamoschiloe@gmail.com.