El diputado Cristián Araya, del Partido Republicano, ha generado controversia al proponer medidas drásticas para enfrentar la crisis migratoria en la frontera norte de Chile. Durante una sesión en la Cámara de Diputados, Araya sugirió dinamitar la frontera y retomar el uso de minas antipersonales, una práctica prohibida desde que Chile ratificó la Convención de Ottawa en 1997.

Araya argumentó que la falta de control fronterizo ha permitido un aumento de la violencia y la inmigración ilegal. Destacó que durante la dictadura de Augusto Pinochet se instalaron más de 180 mil minas antipersonales, lo que, según él, evitó el libre tránsito por la frontera.

El diputado criticó las medidas actuales del gobierno, calificándolas de insuficientes y ridículas, y afirmó que Chile necesita una «terapia de shock» para frenar la inmigración ilegal.

La propuesta de Araya ha sido ampliamente criticada por organizaciones de derechos humanos y expertos en seguridad, quienes advierten sobre los peligros y las implicaciones legales de retomar el uso de minas antipersonales. Además, la Convención de Ottawa, que prohíbe el uso, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersonales, ha sido ratificada por 164 países, incluyendo Chile.

El gobierno, por su parte, ha reiterado su compromiso con la protección de los derechos humanos y ha señalado que las propuestas de Araya son inviables y contrarias a los acuerdos internacionales suscritos por el país.

La ministra del Interior, Carolina Tohá, enfatizó la necesidad de buscar soluciones integrales y humanitarias para la crisis migratoria, en lugar de recurrir a medidas extremas.