Por Domingo Namuncura 

Ex Embajador mapuche en Guatemala (2014-2018)

Vicepresidente nacional indígena electo PPD (2018-2019)

1.- El país ha sido sorprendido hoy (sábado 16 de junio) por notas de prensa que informan de la denominada operación policial “Comando Jungla”, con el entrenamiento en Colombia de 40 funcionarios de carabineros para abordar situaciones de violencia en regiones del sur, lo que instala interrogantes respecto de nuestras propias capacidades institucionales para actuar con la debida inteligencia en casos correspondientes.

2.- Han transcurrido tres meses desde el inicio del actual Gobierno y a pesar de diversas expresiones demandando una solución política a la cuestión social indígena, las autoridades de Interior continúan acentuando la seguridad ciudadana como el eje fundamental para abordar las tensiones, y de paso estigmatizar a todo un pueblo, como es el Mapuche.

3.- Nadie desconoce la existencia de actos de violencia en el sur. También sabemos que hay autorías diversas a juzgar por diferentes juicios y sobreseimientos. Desde hace varios años y a pesar de enormes recursos financieros, las instituciones a cargo de la seguridad ciudadana no logran ser eficientes ni siquiera respecto de montajes propios como lo ya demostrado en la denominada “Operación Huracán”.

4.- El evento “Comando Jungla” en Colombia, corre el severo riesgo de ser interpretable como un acto de provocación en reemplazo de los caminos políticos y esto implica extender las tensiones. Nadie niega que la acción policial debe ser eficiente en el abordaje de situaciones de violencia, pero dejar en sus manos el peso de situaciones sociales que demandan soluciones políticas y reemplazarlas por lógicas de batalla, siempre es un mal camino en una sociedad democrática.  Lo que el país espera es un entendimiento políticamente eficaz entre Pueblos Indígenas, Estado y sociedad. Y en esto llevamos un déficit de varios años.