El grupo libanés Hezbolá disparó intensas andanadas de cohetes contra Israel el domingo, y el ejército israelí dijo que se habían destruido o incendiado casas cerca de Tel Aviv, después de que un potente bombardeo aéreo israelí mató al menos a 29 personas en Beirut el día anterior.

Israel también atacó los suburbios del sur de Beirut, controlados por Hezbolá, donde la intensificación de los bombardeos en las dos últimas semanas ha coincidido con señales de progreso en las conversaciones de alto el fuego dirigidas por Estados Unidos.

Hezbolá, que ya había prometido responder a los ataques contra Beirut atacando Tel Aviv, dijo que había lanzado dos misiles de precisión contra instalaciones militares de Tel Aviv y sus alrededores.

La policía dijo que hubo múltiples impactos en la zona de Petah Tikvah, en el lado oriental de Tel Aviv, y que varias personas habían sufrido heridas leves.

El ejército israelí (IDF) dijo que un impacto directo en un barrio había dejado «casas en llamas y ruinas». Imágenes de televisión mostraron un apartamento dañado por el fuego de los cohetes.

Hezbolá disparó 240 cohetes contra Israel el domingo, según el ejército israelí, que dijo que muchos habían sido interceptados.

El sábado, Israel había llevado a cabo uno de sus ataques más mortíferos y potentes contra el centro de Beirut, en el que murieron al menos 20 personas, según el Ministerio de Sanidad libanés. El ejército israelí no hizo comentarios sobre el ataque ni sobre el objetivo.

El jefe de política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, dijo el domingo que una propuesta estadounidense de alto el fuego estaba a la espera de la aprobación final de Israel.

«Debemos presionar al Gobierno israelí y mantener la presión sobre Hezbolá para que acepte la propuesta estadounidense de alto el fuego», dijo en Beirut tras reunirse con responsables libaneses.

Los medios de comunicación israelíes informaron de que Netanyahu había convocado una reunión de su gabinete de seguridad.

La diplomacia se ha centrado en restablecer un alto el fuego basado en la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a una guerra entre Hezbolá e Israel en 2006 y que exige a Hezbolá que retire a sus combatientes a unos 30 kilómetros de la frontera israelí y al ejército libanés que se despliegue en la zona de seguridad.

El ejército libanés informó el domingo de que al menos un soldado había muerto y 18 más habían resultado heridos en un ataque israelí que causó graves daños en un centro militar de Al-Amiriya, cerca de la ciudad meridional de Tiro.

El ejército israelí dijo que lamentaba el incidente y que lo estaba investigando, y que estaba luchando contra Hezbolá, no contra el ejército libanés.

El primer ministro provisional de Líbano, Najib Mikati, declaró que el ataque «representa un sangriento mensaje directo de rechazo a todos los esfuerzos por alcanzar un alto el fuego, reforzar la presencia del ejército en el sur y aplicar … 1701».

(1 dólar = 0,9600 euros)

(Reporte de Laila Bassam en Beirut; Crispian Balmer y Jonathan Saul en Jerusalén; Suleiman al-Khalidi en Ammán, Adam Makary y Menna Alaa El Din en El Cairo; edición en español de Javier López de Lérida)