Publicado por: DiarioTiempo21 | viernes 15 de junio de 2018 | Publicado a las: 08:54
Cuando el 16 de marzo de este año y por este mismo medio, exprese la frase “creo que se van a incrementar los atentados”.
Créanme, fue una proyección analítica, pero con el deseo real de que no se cumpliera, ya que la región de La Araucanía está aburrida de atentados, de hecho, hay reuniones y campañas sociales al efecto con el cliché “Ya Basta”.
Incluso el país, expresa un ya basta y un “no más”, para el caso de las AFP, Maltrato a las mujeres o femicidios, a la corrupción, a la puerta giratoria, no más portonazos, no más Carabineros muertos, no más al copago en la educación, en fin existe una corriente muy fuerte orientada a terminar con ciertas prácticas que afectan a la sociedad.
Sin embargo, el noble deseo fue superado con creces por la realidad, los atentados aumentaron y de seguro seguirán subiendo, como la nieve en Lonquimay.
El exceso de fuego, no derretirá esta nieve ni ayudará a calentar los hogares regionales, por el contrario, aumentará la llama de la impotencia ciudadana, quienes como mudos testigos observan que un grupo indeterminado de personas juegan cuando y como quieren con el temor de las víctimas directas e indirectas, de los atentados, es decir todos.
En este orden de ideas, la pregunta primordial es ¿Cuándo será el próximo atentado?, luego surge, ¿dónde será? Y un tiempo más la pregunta indiscutida será; ¿Qué tipo de atentado?
Lo anterior, basado en la mutación de los delitos y atentados, conforme a una pauta imaginaria en la escalada típica de estos hechos en otras latitudes, donde conforme a los objetivos del terrorismo, se van alineando las tareas que promuevan la mayor y mejor, rentabilidad del miedo.
Esta modalidad, está probada, solo falta que este certificada por los organismos profesionales del Terror, lo que no será posible en atención a que niegan la trazabilidad de los mismos, por lo que no se puede medir con certeza el real protagonismo de cada actor, con la agravante, de que quienes están llamados a investigar y determinar el libreto de este “Drama”, no tienen o no quieren asumir, profesionalmente su rol.
La solución pareciera que está lejana, sin embargo, no debiera ser así, ya que Chile, cuenta con recursos económicos, tecnológicos y humanos para enfrentar el flagelo de los atentados, pero al parecer falta el recurso valórico de “Voluntad” y coordinación para enfrentarlo adecuadamente.
Cuando el clamor ciudadano dice “Ya Basta”, es eso, basta ya de que ocurran hechos lamentables como los atentados, especialmente incendiarios y si indefectiblemente ocurren, el pueblo como masa, no quiere que se diga “Fuente ovejuna fue”.
Sin duda hay que recurrir a la iniciativa, interés, lectura, estudio, aplicación, conocimiento, historia, empatía, en fin, a todos los elementos de apoyo, para lograr una buena gestión que ayude a revertir el dolor de las víctimas, que penitentemente, cargan la mochila de la indefensión.
Criticar es muy fácil, aunque dicen que las “críticas son constructivas”, pero eso no existe, las críticas, son críticas, e incomodan y molestan a muchos, sin importar si son ciertas o no.
Consecuente con lo expuesto, una de las formas de solución y a bajo costo, fue planteado en este mismo diario el año pasado por quien suscribe, formulando la creación de la figura “Secretaría Regional Ministerial de Informaciones, Seguridad y Orden Público” (ISO), como ente coordinador de las Instituciones públicas existentes, pero que trabajan descoordinadamente si hay culpa e individualmente si hay dolo (intención), en la obligación constitucional de dar seguridad a la ciudadanía, es decir tranquilidad.
Lo planteado, no es difícil, independiente de la voluntad, ya que pasa por un tema de acomodación legislativa, pero como es necesaria, no importa quién tiene la mayoría en el Congreso Nacional, ante el clamor e interés de la gente, por ultimo sirve a todos, especialmente a los recolectores de votos en las elecciones.
Por eso, la insistencia, radica en que es un tema de “Voluntad”, en querer que realmente se frenen los atentados y principalmente porque a los delincuentes por fanatismo o ideología, no les interesa ni la carga de los camiones, solo el voyerismo de observar impunemente la consumación de su obra pirómana.
Finalmente, declaro que creo en el “ya Basta”, pero estoy cierto que prontamente no habrá solución y seguiremos siendo testigos mudos del gran sitio del suceso denominado “Araucanía”.
Prof. JORGE A. AGUIRRE HREPIC
Mayor ® de Carabineros
CONSULTOR EN INSEGURIDAD