Mark David Chapman le dio cinco disparos en las afueras de su hogar, apagando la vida de uno de los artistas más influyentes de la historia.

La noche del 8 de diciembre de 1980, un antiguo fanático, que horas antes había recibido su autógrafo, asesinó a tiros a John Lennon, la figura emblemática de la música, el compositor de más de 180 canciones con The Beatles y el hombre que en sus últimos años fue un fuerte activista por la paz.

En la entrada de los departamentos Dakota, en Nueva York, Mark David Chapman había pedido a eso de las cinco de la tarde que el inglés le firmara una copia de «Double Fantasy», álbum lanzado menos de un mes antes. En la noche, cuando Lennon y Yoko Ono volvían de una sesión en un estudio, Chapman le disparó cinco veces por la espalda.

Chapman, que viajó de Hawaii a Nueva York, planeó matar al músico durante tres meses, argumentando que se había enojado por declaraciones públicas y el estilo de vida hedonista de Lennon, además de las letras de canciones de temas como «God» e «Imagine».

Lennon murió en Nueva York, ciudad en la que había decidido vivir en 1971. Fue abiertamente opositor a la guerra de Vietnam y corrió el riesgo de ser deportado cuando Richard Nixon fue elegido para un segundo mandato.

El 17 de noviembre de 1980, tres semanas antes de su muerte, Lennon había lanzado junto a Yoko Ono «Double Fantasy», su quinto álbum, aclamado por la crítica, una celebración de su amor por su esposa y que marcaba el regreso luego de cinco años: en ese periodo se tomó un receso para dedicarse a la crianza de su hijo Sean.

No hubo funeral para Lennon y su cuerpo fue cremado. Las cenizas se esparcieron en el Central Park en un lugar donde actualmente está el memorial Strawberry Fields. Chapman se declaró culpable y fue sentenciado a una pena de 20 años a cadena perpetua, que se cumplieron en 2000 pero se le ha negado en 11 ocasiones su libertad condicional