La pandemia ha modificado fuertemente la forma en la que se desenvuelven los trabajadores. Hoy, la gran mayoría de las empresas está viviendo las relaciones desde el mundo digital, lo que ha llevado a que la comunicación entre compañeros de trabajo sea distinta, generándose nuevos perfiles en el mercado laboral chileno.

Los espacios de distensión se han perdido, ya que no muchos pueden acceder a darse un tiempo para tomar un café o hacer una pausa, puesto que el resto de las obligaciones del hogar, no lo permiten. Las salidas a almorzar juntos, celebrar cumpleaños o las festividades, tampoco han sido posibles, lo que ha mermado la sana interacción entre colaboradores y, también, ha generado nuevas formas de entablar relaciones.

Fernando Rubio, fundador de Taloo (www.taloo.cl), plataforma que permite que las personas puedan elegir las empresas donde trabajar, y no al revés, comenta que “en estos momentos de incertidumbre, es vital que los líderes de las organizaciones, busquen encontrar espacios de comunicación que no tengan que ver con el desempeño laboral como tal, sino que con el contexto en el que viven los colaboradores. Si son capaces de entender eso, podrán cohesionar a sus equipos en base a la situación personal de cada colaborador, ayudando a mejorar el desempeño y el ambiente laboral”.

En esa línea, desde Taloo, entregan algunos perfiles de teletrabajadores que se han instalado desde hace un tiempo en las empresas nacionales:

LOS QUE NO SE SACAN EL PIJAMA: Con las temperaturas a la baja, levantarse cuesta cada vez más, lo que ha generado que muchos no se levanten completamente y sólo se arreglan desde la cintura para arriba, en caso de tener una reunión virtual. 

LOS TRASNOCHADORES: El teletrabajo ha significado que muchos acomoden su carga de acuerdo a sus horas más productivas, es aquí cuando aparecen aquellos “pájaros nocturnos” que funcionan mejor en las tardes y noches. Suelen rendir bien, aunque a veces desordenan las tareas del equipo.

LOS QUE SE OLVIDAN DEL FIN DE SEMANA: Para ellos, haber trasladado la oficina a la casa fue lo máximo. No se pueden desconectar ni siquiera los fines de semana.

LOS QUE ESTÁN CON LOS NIÑOS EN CASA: No sólo los adultos han debido quedar en casa producto de la pandemia, sino que también los niños han tenido que adaptarse a las clases telemáticas. En este sentido, el trabajo se ha vuelto doble para los papás, al ocuparse de sus tareas y las de sus hijos, especialmente cuando son más pequeños.

LOS FASHIONISTAS: El encierro de la pandemia hace que se intenten cosas nuevas, ya sea jugando con nuevos estilos de ropa o peinados con los que antes nadie se atrevía. Jugar con nuevos maquillajes o dejarse la barba, es algo que está de moda para quienes trabajan frente al computador.

LOS CONVERSADORES: Esos compañeros de oficina buenos para hablar y distraer al resto, ahora lo siguen haciendo, sólo que a través de correos o whatsapp.

LOS QUE LLEGAN TARDE: Siempre tienen una explicación y retrasan el mayor tiempo posible su ingreso a la videollamada. «Porque tenía problemas de conexión», «porque estaba preparando almuerzo a los niños», «porque el computador se echó a perder”, son algunas de sus excusas.

LOS POCO TECNOLÓGICOS: No logran entender cómo funcionan las aplicaciones y videoconferencias. Hay que estar enseñándoles constantemente para que puedan integrarse, suelen interrumpir y, más encima, en ocasiones, se les queda pegado el computador.

LOS MATUTEROS: Suelen aprovechar las reuniones para ganarse unos pesitos extras o ayudar a algún amigo o familiar que está sin trabajo. En los grupos de whatsapp, suelen colocar: “aviso de utilidad pública».

LOS DESESPERADOS: Necesitan desesperadamente las presentaciones de informes, los estados de avance, las sesiones de brainstorming, etc. La cafeína es una parte fundamental de sus dietas.