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Viajar en avión y prender carbón: Las acciones más contaminantes en Fiestas Patrias

Publicado por: Claudio Nuñez | miércoles 11 de septiembre de 2019 | Publicado a las: 10:59

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Los viajes dentro y fuera del país, el uso de parrillas a carbón o leña y el consumo de carne son parte de las tradiciones dieciocheras que se verán repetidas a lo largo del país. Según expertos, acciones como estas contribuyen al aumento de CO2 y pocos se preocupan por los efectos en el medio ambiente.

José Luis Pastrián, gerente de Finanzas de Pacific Hydro Chile, empresa de energías renovables y emisora de bonos de carbono, asegura que “si bien en septiembre no se percibe tanta contaminación, porque hay más viento, el uso de parrillas sí tiene un impacto en términos de generación de CO2”.

En cuanto al consumo de carne, agrega que este es un tema “bastante controversial”, debido a que esta acción “es un generador importante de gases de efecto invernadero, pero la mayor parte del impacto corresponde a la Industria ganadera”. A juicio del ejecutivo, “hay que empezar a mirar la sustentabilidad desde la racionalidad en el consumo y utilización de los recursos. Es un poco utópico pensar que todo el mundo se puede hacer vegetariano, pero sí quizás llamar a un consumo responsable de carne en general”, sostiene.

VIAJAR EN AVIÓN: LO QUE MÁS CONTAMINA

En promedio, un chileno genera 5 toneladas de CO2 anuales y el transporte es uno de los ítems más contaminantes. Para estas Fiestas Patrias se proyectan más de 600 mil viajes en avión, considerando vuelos nacionales e internacionales. “Viajar en avión es una de las actividades que más emiten CO2. Por ejemplo, un vuelo de Santiago a Madrid genera 4,6 toneladas de CO2 por pasajero en clase económica”, plantea el ejecutivo de Pacific Hydro Chile.

Y si quienes piensan que disfrutar en casa de una maratón en Netflix es una actividad amigable con el medio ambiente, están muy equivocados. Un estudio del laboratorio de ideas The Shift Project, arrojó que un 4% de las emisiones de CO2 a nivel mundial se debe a la transmisión de datos online.

“Esto se debe a la cantidad de energía que se necesita para hacer la ‘subida’ de una serie y posteriormente descargarla de manera masiva en millones de dispositivos. En el caso de Netflix, si tienes 50 millones de personas conectadas descargando datos, la cantidad de electricidad que requiere el poder ver online una serie en HD, genera un gran consumo energético. Por lo mismo, es importante que las personas e instituciones entiendan que toda actividad genera emisiones, las cuales se pueden mitigar y compensar”, señala Pastrián.

¿CÓMO COMPENSAR?

A través de diversas acciones cotidianas, es posible reducir las emisiones de CO2. “En el trabajo, por ejemplo, podemos privilegiar el uso de las herramientas que nos da la tecnología como por ejemplo las videoconferencias para evitar viajes, hacer uso de escaleras y evitar imprimir documentos innecesarios para reducir al mínimo el uso de papel. También es importante disminuir el consumo ‘vampiro’ de energía, lo que se traduce en dejar enchufados artefactos que no se utilizan; apagar las pantallas, desenchufar cargadores, entre otras acciones”, comenta Pastrián. “Y en la casa, podemos contribuir a la reducción de la huella de carbono al privilegiar tipos de calefacción sin combustión, cambiar ampolletas convencionales por ampolletas LED, compartir el auto con el vecino o simplemente tratar de movilizarse en bicicleta o transporte público”, agrega.

Para compensar lo que no se pudo mitigar, una interesante opción es comprar bonos de carbono, los que pueden ser adquiridos por personas naturales y empresas. “Son un mecanismo de compensación. Se transan en distintas plataformas, donde los proyectos -que reducen o evitan la emisión de CO2- tienen que certificarse y cumplir con rigurosos requisitos y normas”, asegura José Luis Pastrián.

Hay distintos proyectos, de distintas características y en diversas partes del mundo. En el caso de Chile, hay tres inscritos. Uno de ellos es el de Chacayes, ubicado en el Valle de Cachapoal, Región de O’Higgins, donde opera la central de pasada de Pacific Hydro. Ingresando a la plataforma de la ONU https://offset.climateneutralnow.org/, es posible adquirir uno de estos bonos por 2,3 dólares. “Un certificado o bono de carbono equivale a una tonelada de CO2. Entonces, por 9 dólares una persona puede mitigar el CO2 generado en un año. Con este proyecto, se evita que haya una central a carbón generando en otro lado”, plantea Pastrián.

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