Por: Carlos Inostroza Carrasco

Periodista Patrimonial

Malalcahuello es una localidad ubicada en los faldeos del Volcán Lonquimay, su estación es de gran tamaño, muy similar a la de Manzanar y en frente, se puede apreciar una de las pocas bodegas que se mantienen en pie.

Sin duda que la llegada del ferrocarril a la Araucanía a inicios del 1900, produjo que las estaciones tendrían que suplir las necesidades de acopio de productos y alimentos que traía el transporte ferroviario a las distintas localidades. Fue así como se construyeron varias bodegas frente a cada estación, todo con el objeto de almacenar alimentos tan necesarios como trigo, cebada y papas.

Al respecto el arquitecto y magister en historia, Cristián Rodríguez, nos cuenta que estas bodegas en sus inicios se construyeron en madera, para posteriormente pasar a ser edificadas en albañilería, siguiendo es sí, la misma forma de las antiguas bodegas de madera, donde la presencia de la cubierta era la impronta de este tipo de construcciones.

Generalmente se ubicaban sobre un terraplén de piedra u hormigón armado, de modo que el nivel interior fuera igual al de los vagones, esto para facilitar su carga mediante peones o carrilanos.