El triunfo de Javier Milei para llegar a la presidencia de Argentina sorprendió de sobremanera a todo el mundo que no daban crédito de una elección que superó el 70% de la participación ciudadana (55% a 44% en favor del candidato de La Libertad Avanza). Sin embargo, en asuntos que, por supuesto puede opinar, pero que no le competen porque es materia de otro país, la futura vicepresidenta trasandina negacionista de la dictadura, Victoria Villarruel, se despachó una frase cuando le preguntaron sobre temas de seguridad señalando que,  “me preocupa sobremanera la situación de La Araucanía en Chile, porque también se derrama sobre la República Argentina” y añadió que, «espero que podamos trabajar en ese ámbito de la seguridad en forma conjunta y en forma responsable para que estos delitos que se cometen a ambos lados de la frontera puedan ser resueltos rápidamente». Dentro de esta lógica, una cosa es la preocupación, y otra muy distinta es no conocer la realidad de La Araucanía, que, si bien existe un consenso político de que existe un problema que va muchísimo más allá del gobierno de turno de nuestro país, será mejor que la nueva vicepresidenta trasandina se preocupe de la política interna en Argentina, porque el camino para ellos es tratar de cumplir sus promesas de campaña que los llevaron al poder que asumirán en diciembre. Y eso, para ellos, el camino lo tienen pedregoso, muy pedregoso.

Cosas que pasan, y pasan en la vida, pero se terminó cumpliendo en la tendencia por allá por allende los andes. Javier Milei logró llegar al poder, a la presidencia de Argentina y sucederá a Alberto Fernández el 10 de diciembre.

Había que romper el poder de kirchnerismo representado en su ministro de economía y que era su competidor, Sergio Massa. Éste, días antes, dejó muy mal a Milei, demostrando su tonelaje político en el debate argentino, pero no movió un milímetro la aguja electoral, más bien retrocedió y perdió en la mayoría de las provincias. El candidato opositor lo venció con el 55% y fracción de los votos.

Con las celebraciones el domingo, una de las mujeres fuertes del ganador, y quien ocupará la vicepresidencia argentina, Victoria Villarruel, se despachó unas declaraciones en una entrevista dada a CNN Chile donde una de las mujeres fuertes políticas de Milei señaló que, “me preocupa sobremanera la situación de La Araucanía en Chile, porque también se derrama sobre la República Argentina”, agregando que, «espero que podamos trabajar en ese ámbito de la seguridad en forma conjunta y en forma responsable para que estos delitos que se cometen a ambos lados de la frontera puedan ser resueltos rápidamente».

Esta mañosa declaración que entregó la negacionista futura vicepresidenta de Argentina, y lo decimos que es una negacionista porque Villarruel calcula que, en lugar de 30.000, son 8.751 las víctimas del régimen, entre otras varias declaraciones. Según el prestigioso diario argentino Página 12, Villarruel es hija del teniente coronel retirado Eduardo Marcelo Villarruel, fallecido en 2021, veterano de Malvinas donde fue el segundo jefe de la Compañía de Comandos 602, que comandaba el golpista Aldo Rico. También su padre estuvo involucrado, de acuerdo al mismo medio, “en el Operativo Independencia, en 1975, el plan represivo que el Ejército llevó adelante en Tucumán con el objetivo de “aniquilar” a las organizaciones militantes establecidas en las zonas rurales de la provincia”. Su tío Ernesto Villarruel fue detenido en octubre de 2015 por crímenes cometidos en un centro de tortura durante el régimen, no fue juzgado porque fue diagnosticado con Alzheimer.

Es para que puedan hacerse una idea de quien emite este tipo de declaraciones, que básicamente nos preguntamos si es una ¿Preocupación o “preocupación”? más bien diríamos que es una “preocupación” porque La Araucanía se le muestra como si fuera una región que estuviera en una guerra constante y eso es muy molesto, porque si bien existe una problemática en diversos sectores de la región y que ningún gobierno se ha podido hacer cargo del problema. ¿Sabrá por ejemplo que actualmente hay una Comisión por la Paz y el Entendimiento que está integrada políticamente de manera transversal para buscar una salida a un problema que no es de los años 90’ sino que ha sido históricamente desde hace siglos y que el actual gobierno ha logrado hacerse cargo más allá de los resultados que se puedan obtener?

Que le “preocupe” son sólo palabras, que exista planes de acción, como por ejemplo el caso de Jones Huala, viene de la colaboración de la justicia de ambos gobiernos actuales, más allá del contratiempo de la huelga de hambre que el comunero mapuche realiza para evitar su inminente extradición.

La preocupación real es que nuestra región, si bien con todos los problemas que le aquejan, ha buscado salir adelante, más allá de la violencia rural existente, las ciudades buscan salir de los problemas como la pobreza que supera la media nacional, la falta de empleo, entre otros factores, porque la preocupación que debería tener la vicepresidenta Villarruel es su país con una hiperinflación sobre el 140%, tener divisas como el dólar blue y un peso argentino devaluado, un 40% de pobreza, alimentos con precios imposibles de comprar para esos compatriotas trasandinos que buscan un cambio en sus vidas. La tienen compleja, la pista es pedregosa, más aún sabiendo que la composición del congreso no está de su lado.

En simple esta es “preocupación”, y en comillas, porque son temas internos nuestros, que nuestros propios actores de manera transversal políticamente hablando buscará la solución, esperamos.

Porque mirar la paja en el ojo ajeno y no la viga del propio es muy fácil, cuando las preocupaciones de su país están a la vuelta de la esquina, y como Mafalda le dijo una vez a Felipe, ¿Te imaginas que todo el mundo estuviera aquí? Bien, el mundo en Argentina está, justamente, a la vuelta de la esquina.