Publicado por: Claudio Nuñez | martes 4 de julio de 2017 | Publicado a las: 14:31
El cambio al horario invernal, las bajas temperaturas, la lluvia y los días nublados pueden afectar la productividad de los trabajadores chilenos, especialmente en las zonas del país donde el invierno suele ser más crudo. De acuerdo a datos entregados por la firma de reclutamiento especializado PageGroup, el 25% de las personas sufren de depresión estacional, es decir sufren un “bajón” anímico debido al exceso de frío.
Las empresas tienen el desafío de generar instancias y dar facilidades a sus empleados para que dicho período no se haga más difícil. Los expertos apuntan que en nuestro país existe una cultura de disminución de productividad en los días más helados. “Esto también se da porque a las compañías les cuesta derribar esa creencia y tampoco ayudan con incentivos ni mejoran el clima laboral para pasar mejor este período más difícil”, dice el HR Regional Manager de PageGroup, Juan Ignacio Silva.
También hay un factor fisiológico asociado, ya que el cuerpo consume más calorías para mantener su temperatura. Si la dieta y el deporte no es el adecuado, las personas pueden sentir más cansancio del habitual.
Por otro lado, el 60% de las personas en Chile declara que las bajas temperaturas no interfieren en su ánimo, pero sí la lluvia o la falta de sol. Esta situación no se repite en el resto de los países, por ejemplo, para los escandinavos los meses más productivos son los de invierno. “En otras ciudades de Latinoamérica como Lima, las personas están más acostumbradas a la niebla, humedad y días nublados, por lo que el frío no tiene mayor incidencia, como si lo hace el calor. O en el caso de Bogotá, donde las temperaturas son bajas y llueve sistemáticamente, ahí no existe evidencia de que ocurra un ‘bajón’ en la productividad”, aclara el HR Regional Manager de PageGroup.
PageGroup ha elaborado una serie de recomendaciones para que las compañías incentiven a sus trabajadores. “El clima laboral se puede mejorar organizando actividades donde las personas compartan espacios dentro y fuera de la oficina. Por ejemplo, organizar comidas, celebrar cumpleaños y dinámicas de grupo. La idea es que lo pasen bien trabajando. También es necesario que la oficina tenga calefacción, sillones, áreas de esparcimiento, máquinas de bebidas calientes y flexibilidad de horarios y movilidad para los días más difíciles”, explica Juan Ignacio Silva.
Sin embargo, no todas las medidas deben venir desde las organizaciones, sino que cada persona debe tomar las precauciones para que su desempeño en el trabajo no se vea afectado. Entre ellas se encuentra mantener una rutina de deportes y no posponerla o trabajar la motivación desde la psicología positiva para eliminar las ganas de no asistir al empleo. Todo esto ayuda a cambiar las actitudes y mejora los resultados individuales, comenta el ejecutivo de PageGroup.