A través de un comunicado la UCT rechazó la ocupación ilegal realizada por estudiantes durante los últimos días. «Este recurso de fuerza, utilizado por un reducido grupo de personas, no ayuda en nada a resolver los problemas de la educación superior del país. Por el contrario, afecta, no sólo a la formación de los futuros profesionales, sino que a otro sinnúmero de actividades propias del quehacer universitario, entre ellas: proyectos de investigación, actividades de extensión académica, cultural y de servicio».

«La constante interrupción de la actividad académica del presente año podría afectar la duración real de este beneficio, que considera la duración nominal de cada carrera, con el consiguiente perjuicio para las familias de miles de estudiantes que con mucho esfuerzo han iniciado una carrera universitaria», indica la misiva.

«Como consecuencia de la ocupación ilegal ocurrida, el servicio solidario que la universidad ofrece a la comunidad se ha visto suspendido en programas tan importantes como: el programa propedéutico, el programa de acceso inclusivo PACE; la atención a niños en el Centro de Evaluación y Estimulación Temprana (CEETU), los Programas de Atención a Personas con Discapacidad y de Nutrición de la Escuela de Ciencias de la Salud, entre otros», añadió.

Finalmente enfatiza que «la universidad hará uso de todos los medios legales para garantizar, tanto el derecho de nuestros funcionarios a tener acceso a sus lugares de trabajo, como el derecho de los estudiantes a recibir una formación personal, académica y profesional de calidad».