El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó su compromiso con la protección de la industria siderúrgica del país al anunciar que bloqueará la adquisición de US Steel por parte de la japonesa Nippon Steel, una operación valorada en miles de millones de dólares que ha generado controversia. Este movimiento, ya adelantado durante su campaña, marca su intención de priorizar los intereses económicos y estratégicos de Estados Unidos.

Trump calificó la transacción como «inaceptable» y aseguró que implementará incentivos fiscales y aranceles para fortalecer la compañía siderúrgica estadounidense, cuya capacidad de producción ronda los 20 millones de toneladas métricas anuales. “Haremos que US Steel vuelva a ser fuerte y grandiosa”, enfatizó el republicano.

La operación, actualmente bajo revisión del Comité de Inversiones Extranjeras en los Estados Unidos (CFIUS), también enfrenta la oposición del gobierno saliente de Joe Biden y del sindicato United Steelworkers, que defienden la propiedad estadounidense de este importante actor industrial. Por su parte, Nippon Steel, el cuarto mayor productor de acero a nivel global, busca expandir su influencia en el mercado internacional a través de esta adquisición.

La disputa resalta la creciente preocupación en torno al control extranjero sobre sectores estratégicos de la economía estadounidense, con Trump abogando por políticas proteccionistas que puedan impactar tanto en la industria como en las relaciones comerciales con Japón y otros países asiáticos.