Chile mostró su peor cara. Jugó mal. Hizo un papelón de aquellos y la clasificación está lejana.

Hace mucho tiempo que la Roja no había jugado a nada. Prácticamente nada. Y se revivió a un muerto como Ecuador que jugó un partido extraordinario goleando 3-0 a Chile.

Se vio desacomodado en la altura ecuatoriana, y no sólo porque marcaba mal defensivamente sino porque no había conexión al medio viéndose un equipo largo. La delantera sin comentarios.

Irreconocibles Vidal, Hernández, Bravo y Alexis. Punto aparte para Eduardo Vargas que si no quiere jugar, que no lo haga. No por su continuidad escasa en Alemania, más bien es un jugador desganado que sólo viene a cumplir.

Y para qué hablar de Gonzalo Jara, que ya se transformó en un caso especial por el desastrozo rendimiento que ha mostrado no sólo aquí, también en la «U».

El asunto se ha vuelto grave porque jugando así, las clasificatorias se vuelven a pensar con la calculadora, porque no basta con hacer análisis del juego, cuando realmente jugadores de alto nivel sólo vienen por cumplir y no a jugar con la camiseta de su país; porque ellos son privilegiados, no están obligados.

Si no quieren a la Roja en un mundial, entonces no vengan.