El sector automotriz está en máxima alerta debido a un mantenimiento programado en el Puerto de San Antonio, el cual, entre el 4 y el 22 de diciembre, no permitirá el desembarco de vehículos nuevos. Esta medida afectará el ingreso de aproximadamente 30,000 unidades, lo que representa una seria amenaza para las marcas que habían programado sus envíos.

Consecuencias económicas de la mantención

La Asociación Nacional Automotriz (Anac) ha advertido sobre el impacto negativo en la cadena logística, ya que los vehículos podrían ser redirigidos al puerto de Lirquén, situado a 600 km al sur. Esto implicaría costos adicionales, mayores tiempos de transporte y un aumento significativo en las emisiones de CO2. Según estudios, el costo de trasladar vehículos desde Lirquén a Santiago podría ser hasta seis veces más caro que desde San Antonio.

Repercusiones en la industria

El costo logístico adicional podría disparar los gastos hasta $215 millones por mil vehículos, un golpe considerable para el rubro en un mes crucial para las ventas, ya que diciembre es tradicionalmente un mes clave para la comercialización de autos nuevos en Chile. A pesar de las conversaciones entre Anac y la concesionaria DP World, la falta de flexibilidad para encontrar soluciones alternativas de desembarque agrava aún más la situación.