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Salga quien salga, el conflicto seguirá

Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 5 de diciembre de 2021 | Publicado a las: 10:09

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“…aspecto importante, ha sido el análisis de las propuestas de programas de gobierno, donde incluso quienes no las han leído, opinan a pierna suelta y otros que no las han entendido reclaman por todo y los más patudos critican sin fundamentos, siendo muy pocos los que, estudiándolas, demuestran preocupación y deben explicar de qué se trata el ofertón”.

Escribe: Jorge A. Aguirre Hrepic, Profesor de Estado, consultor en Inseguridad, criminalista-criminólogo.

Siempre hay que pensar en positivo y actuar con optimismo, pero con los pies sobre la tierra y aunque se mueva y gire el planeta, habrá fuerzas en diferentes direcciones que pretenden influir de cualquier forma.

Si bien, hace bastante tiempo que están polarizadas las tendencias políticas, más que nunca se ha generado una corriente de desinformación demasiado dañina, muy ecléctica y dinámica, que han instalado un escenario de inestabilidad y ansiedad, afectando el colon de los ciudadanos, bueno de la mayoría, ya que hay personas que no tienen ningún interés en enterarse de lo que pasa, y viven el día a día, consumiendo el oxígeno que pulula por el aire.

En este sentido, amigos, familiares, compañeros de trabajo, estudio y hasta de deportes, suelen discutir mundanamente, sobre qué es lo mejor o lo menos malo para el país, sin reparar en que cualquier decisión no debiera dar lo mismo.

Este proceso, que es natural, por cierto, y muy saludable como es la democracia, ha estado rodeado de malos ejemplos, siendo el primero, el realizado por políticos profesionales que, aunque regularmente cada cuatro años piden el voto popular, una vez elegidos, cambian de posiciones, nos referimos a los parlamentarios y consejeros regionales, que recitan por ahí, que no votaran ni por Boric ni Kast, ya que representan a dos extremos, por lo tanto, su voto será nulo o en blanco. Así de simple y con total desparpajo, desajustándose a las reglas electorales contingentes, pero es su propia decisión. Se pueden dar ese lujo.

Para el eterno ciudadano común, esto está vedado, y más encima se le invita a votar, a cumplir con el deber cívico, lo que esta perfecto, y no debiera amilanar a nadie, ya que es la única forma de ejercer la soberanía real. Aunque nunca más lo escuchen o consideren, total así está diseñado el sistema.

En síntesis, la encrucijada actual, es qué rol asumir, con el menor costo posible para el país, fundamentalmente porque estamos bombardeados de información, desinformación, chistes, bromas, memes, dibujos, WhatsApp, en fin de todas las redes sociales, donde se cuentan y muestran historias y recuerdos, desde cuando ambos candidatos y sus seguidores más cercanos, eran niños y jugaban a las bolitas (o polcas), tocaban el timbre de las casas y arrancaban, jugaban playstation, al luche o al elástico.

Toda anécdota infantil, hoy es un arma de doble filo, toda palabra empleada hoy es evidencia de algo nocivo y reprochable, con el único fin de descalificar a alguien.

Decían que la política era sucia, pues se equivocaron, es inmunda, aunque no en su naturaleza básica como la diseñaron los griegos y continuaron los romanos, sino que en la forma como se despliega en el campo de su ejecución por la búsqueda del poder.

Cuando se dice que en la guerra y en el amor todo vale, ignoro porque dejaron afuera a la política, cuando aquí si vale todo, incluso utilizándose al amor y a la guerra sin restricción alguna para sus propios fines.

Otro aspecto importante, ha sido el análisis de las propuestas de programas de gobierno, donde incluso quienes no las han leído, opinan a pierna suelta y otros que no las han entendido reclaman por todo y los más patudos critican sin fundamentos, siendo muy pocos los que, estudiándolas, demuestran preocupación y deben explicar de qué se trata el “ofertón”.

En lo que todos estamos de acuerdo, es que en los últimos años poco se ajustan los presidentes a sus programas y promesas de campaña, ya que manda en definitiva la innovación que proponen los asesores, conforme a disimiles intereses y motivaciones generalmente personales. Para el pueblo, lo de siempre, “pan y circo”.

Hoy por hoy, la moda es especular y jugar a las encuestas, apostar por quién ganará y asustar a otros respecto a lo que nos depara el futuro. Aquí está el punto principal como maniobra para convencer al indeciso que no falta, por el contrario, sobra.

Tanto es así, que los garzones de café y restoranes de ayer, de origen extranjero, que opinaban abiertamente hasta el 21 de noviembre, ahora no emiten comentario partidista, solo dicen, escojan ustedes y luego sabrán lo que es bueno. No cargan la balanza para ningún lado.

Este 19 de diciembre, la cancha, parece que esta más pareja entre dos extremos, a decir por la mayoría, el árbitro que es el Servel (Servicio Electoral), al que no quieren ni en la FIFA, y el balón está cambiando vertiginosamente y corriendo por toda la cancha. La hinchada está dividida y buscando más adeptos para las barras bravas, por la transmisión están peleando todos los canales ya que no hubo licitación para tener la exclusiva y el conteo paralelo a través de las redes sociales está que arde.

Que duda cabe que hay para todos los gustos, tendencias y afinidades en esta elección presidencial, sin embargo, de antecedentes objetivos hay muy poco y de aspectos históricos casi nada porque esta asignatura, más la de educación cívica, no existen.

Para muestra, el mejor botón es la resolución del partido demócrata cristiano de Chile, que entregó un chirimoyo (cheque sin fondos) en blanco a un candidato con tal que no salga otro, la actuación de otros candidatos que como jovencitas de antaño esperan sentadas a que las saquen a bailar con promesas de matrimonio de inmediato; otros políticos avezados renuncian al PPD, partido que los mantuvo en el poder por 30 años. Todo pasando e incrementando el desprestigio.

Otros políticos más almidonados, condicionando su apoyo al otro candidato y adornando con cotillón su subida a la micro electoral.

Minucias más o minucias menos, son todas máculas que denigran el ejercicio político nacional, aunque a casi nadie le interese, total hay que ganar sí o sí y cualquier estrategia está tácitamente permitida.

El tema de fondo y sin resolver, es qué representa cada candidato en competencia, cuáles son sus competencias, expertis, intereses, experiencias, aportes e intenciones, por conducir adecuadamente al país, hacia el necesario nivel que corresponde en estos tiempos.

Hay que imaginar a cualquiera de los dos, hablando en las Naciones Unidas, representándonos en los foros internacionales, negociando tratados y soluciones para Chile, quienes serán sus ministros y asesores, como enfrentarán los temas económicos, políticos, y en fin todo tipo de problemas que tenemos en demasía.

La bandera de lucha es otra, los temas sociales que serán la reina de todas las batallas, porque así se ha instalado, bajo el manto de amenaza de que si sale Kast no lo dejarán gobernar y si sale Boric, sí podrá gobernar.

La otra bandera de lucha es la amenaza de la inseguridad, que incluye violencia, terrorismo, crimen organizado, tráfico de todo tipo y migraciones, donde las diferentes posturas, no apuntan a su solución, habiendo matices diferentes por parte de los candidatos.

Entonces, surge la pregunta, ¿dará lo mismo quién salga electo presidente de Chile?

Por supuesto que no es lo mismo, pero ambos tendrán que hacerse cargo de alguna forma y evitar que se agudicen, aunque la contaminación del electorado indeciso es total, porque la campaña ha sido terrorífica.

Conozco a evangélicos mapuches que les han contado varias historias contra JAK, y a uno que otro tibiamente lo que podría pasar con Boric, total la derecha esta más tibia que nunca.

Lo que sí es claro, a partir de lo que pasa en el país y la falsa calma por un tiempo en La Araucanía, nos mostró que había intereses en no echar a perder una candidatura que quedó lesionada a partir de la primera vuelta, pero que está lamiendo sus heridas de a poco, hasta reponerse para el segundo encuentro electoral.

Como sea, salga quien salga elegido, el conflicto seguirá, y se puede intensificar. Se insistirá por el retiro de las fuerzas armadas de la región en forma dividida, más allá de la consulta popular realizada.

Pero, se debe considerar, guste o no, el resultado electoral que aportó mayoría para un candidato en el sur del Biobío y toda La Araucanía, donde habló el pueblo en su conjunto, quienes entienden que el conflicto es complejo, difícil y carente de voluntad política, aunque si tienen la “esperanza”, que solo un candidato posee el interés por mitigar la que pasa a diario en La Araucanía. Lo demás es humo.

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