Publicado por: Tiempo 21 | miércoles 21 de octubre de 2015 | Publicado a las: 12:20
Un incentivo a la creación de valor de la cocina de Nehuentúe y que consolida como destino turístico gastronómico a esta localidad de pescadores, está logrando el programa UNETE en la comuna de Carahue, donde los profesionales del Instituto de Agroindustria de la Universidad de La Frontera formalizaron la actividad comercial de tres cocinerías que por años funcionaron con permisos provisorios.
Se trata de las cocinerías “La Ribera”, “Rucamar”, “El Rancho de Nehue”, quienes obtuvieron resoluciones sanitarias y concretaron apoyo en otras áreas como la formalización en el Servicio de Impuestos Internos, desarrollo de marcas corporativas entre otros beneficios derivados del programa de intervención territorial, UNETE de la UFRO.
Viviana Vera, coordinadora del componente de Desarrollo Económico y Fomento Productivo del Instituto de Agroindustria de la UFRO, señaló que se trata de negocios familiares que a la fecha estaban funcionando con permisos provisorios “la tramitación para obtener una resolución sanitaria es un proceso largo, muchas veces significa un alto costo y a veces las dueñas de estas cocinerías, quienes además son las que preparan los platos, sirven y atienden los clientes, les significa cerrar el negocio, eso las demoraba por lo que ahora con su documento en mano cumplen con la normativa vigente en Chile y pueden trabajar con la tranquilidad de no ser multadas, ni clausuradas por la autoridad correspondiente”, explicó
En este contexto Luis Torralbo, Director de Agroindustria, dijo que “son mujeres emprendedoras que trabajaban de forma colectiva en una cocinería y decidieron independizarse. Cada una inició un nuevo negocio y la demanda de la zona ha demostrado que alcanza para todas y aún más, crece año a año y pronto estas empresarias gastronómicas deberán ampliar su negocio”, destacó Torralbo.
El director de Agroindustria explicó que existen otras tres cocinerías que también están siendo apoyadas y se encuentran en plena tramitación.
Yesika Castro, dueña de “La Ribera”, local ubicado frente al río, es casada con un pescador quien es el que abastece de la materia prima de todas sus preparaciones. Al igual que las otras mujeres tiene más de una década de experiencia trabajando en este negocio y recién hace tres años inició su propio camino. “Todas lo hemos hecho así, habilitamos nuestras propias casas, hicimos desaparecer nuestro living-comedor y mejoramos nuestras cocinas para concretar este sueño que yo en lo personal tenía, iniciar mi propio local”, explicó la emprendedora
Impacto
Para la comuna de Carahue el despertar de esta localidad y su consolidación hacia el turismo gastronómico no ha dejado de sorprender, si bien reconocen que tanto el entorno, como la calidad de los productos y la comida atraen público, la demanda ha superado las expectativas. La localidad es un ejemplo de como el turismo es una alternativa para mejorar ingresos. Pasó en una década, de tener dos cocinerías comunitarias, donde trabajaban en conjunto esposas de los pescadores a una oferta con más servicios que actualmente supera las 20 cocinerías, dando trabajo a otras familias.
“Para nosotros es muy importante seguir apoyando el turismo en la zona costera y desde esa mirada estamos haciendo todos los esfuerzos, prestando los apoyos a nuestros emprendedores de Nehuentúe para que regularicen sus carpetas sanitarias principalmente y de esta manera puedan formalizar sus emprendimientos, que les permita postular a subsidios o fondos que el Estado tenga a disposición. Queremos que los turistas de la región de todo el país, conozcan las bellezas que tenemos acá”, explicó Pedro Vera, Alcalde Carahue.
Carmen Sanhueza, dueña de la cocinería “Rucamar”, trabajó 12 años de forma comunitaria hasta que logró habilitar su casa e instalarse de forma independiente. Hoy cuenta con resolución sanitaria y ha logrado trabajar en su plan de negocios, esto último, apoyado por estudiantes de Ingeniería Civil Industrial de la UFRO. “Creo que aproveché muy bien esta ayuda del programa UNETE porque no sólo formalicé mi local, ahora tengo mi imagen, misión, visión y la gente se da cuenta que está en Rucamar”, señaló.
Las historias de estas mujeres están cargadas de emotividad y esfuerzo, como la de Valeria Sepúlveda en la cocinería “El Rancho de Nehue”. Ella junto a su madre trabajaron preparando platos y tras especializarse se instalaron en su casa que actualmente está completamente remodelada y ampliada teniendo capacidad para atender más de 90 personas. Tras concretar los trámites de resolución sanitaria pueden iniciar una nueva etapa, convertirse en Restaurant. “A la gente le gusta venir a Nehuentúe porque los productos son frescos y los platos contundentes, por eso en poco tiempo más, pese a que ampliamos tendremos que seguir creciendo”, aseguró Valeria Sepúlveda.
Cabe señalar que Nehuentúe es una caleta con 1.400 habitantes, principalmente pescadores que ahora abastecen al pujante mercado del turismo gastronómico. Actualmente existen otras cocinerías con permisos provisorios a la espera de nuevos apoyos.