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Opinión: Una piedra en el camino

Publicado por: Claudio Nuñez | sábado 16 de mayo de 2020 | Publicado a las: 17:12

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Saquémonos la máscara, con riesgo de contagiarse, para verificar el rostro de quienes pretenden seguir vulnerando el país, y sinceremos posiciones: la función policial, no es “una pega”, tampoco un trabajo cualquiera, donde se termina a un horario se marca tarjeta o se pone el dedo pulgar para luego ponerse las zapatillas de clavos y correr para la casa y apagar el celular (…) El afanoso registro de querer volver a la policía municipal o local, olvidando las razones de la fusión en Chile en 1927, es pegarse con una piedra en la frente y mirar hacia atrás, para saber quién fue el culpable, así de estúpido.

Prof. Jorge Aguirre Hrepic, Consultor en Inseguridad, Criminalista – Criminólogo.

Una piedra en el camino, me enseñó que mi destino, era rodar y rodar…  rodar y rodar.

Esta mundialmente famosa frase de la canción el “Rey” de Pedro Vargas, refleja certeramente lo que actualmente ocurre en Chile.

Este hermoso país cuya geografía más que loca, obedece a una sinuosa porción de tierra bañada a diario por un océano a veces tranquilo, otras veces intenso y flanqueado por un cordón montañoso que es la cordillera de Los Andes, se comporta como un país veleidoso e irresponsable a todo evento, especialmente con las consecuencias de su historia, que han sido marcadas periódicamente por acciones violentas, agresivas, conspirativas, traicioneras e irresponsables.

Si bien, no todo ha sido mal, en estos últimos años, la bonanza económica igual que antaño en la época del salitre, era lo que destacaba con creces a Chile, como país ordenado y ejemplo a seguir, por otras naciones.

Como nobleza obliga, hay que ser franco, y reconocer que hace tiempo Chile viene tropezando con la  misma piedra, o serán los chilenos quienes no miran el camino y prefieren caminar por un sendero pedregoso en vez de una carretera doble vía, asfaltada completamente, que facilita todos los desplazamientos pero que le afecta el control caminero, conocidos como peajes, donde hay que pagar y eso es lo que molesta, pagar, aunque sea un peso, total la teta de la vaca llamada “Fisco”, tiene que dar leche, ya que guagua que no llora, no mama.

Como sea, y para sincerar la situación, las rodillas de Chile, están sangrando, del tremendo porrazo (caída), que el Estado, el Gobierno y el Pueblo, se dieron por no observar con un mínimo de perspectiva y tropezar con las mismas piedras, de antigua data.

Estas piedras constituidas por gramos de estupidez humana, polvo de envidia y egoísmo, amalgama de porfía y des criterio, débiles piritas de trabajo y buena intención forman una roca de débil contextura pero de mucho peso, lo más parecido a la baritina, metal que abunda en el norte de Chile.

También, debemos pensar que una piedra sirve como testimonio de partida para que una autoridad pueda dar inicio a la construcción de un edificio público, cuya obra será patrimonio de todos y por lo tanto debiera ser protegida.

Finalmente, tenemos un uso menos cordial de la piedra, que es cuando se emplea como proyectil, para ser arrojado de diversa formas, mecanismos e intenciones.

Los chilenos, de piedras sabemos harto, ya que se “patean”, se lanzan y se tropiezan con ellas, demostrando que nunca se aprende la lección.

Los ejemplos son múltiples, se reeligen personas incompetentes para gobernar, se pierde la memoria fácilmente, se mete la mugre bajo la alfombra, se construyen inmuebles en zonas de riesgos, se arreglan las mismas calles todos los años, se lanzan piedras a los bomberos cuando van a combatir un incendio, sacan la vuelta en el trabajo, hablan mal de los amigos, del jefe, de la empresa; cuestionan todo y sin fundamento, son artífices del rumor y correo de las brujas, en fin, la lista es larga.

Quien entiende, que en plena crisis sanitaria y en estado de excepción constitucional sigan como si nada las fiestas, los motines en las cárceles, atentados terroristas, ebriedad e ingerir licor en la calle, y cuando son fiscalizados, la cara de estúpidos aparece gratuitamente en el rostro del fiscalizado quien de inmediato, señala no saber que había restricción de algo.

De ahí que cada país, tiene las autoridades que se merece. Si los súbditos son tontos, el rey o reina, no puede ser mejor.

Lo más increíble, y sarcástico, digno de Maquiavelo, es que en la actualidad, un grupo de antipatriotas, se enfoque en modificar una estructura que ayer era de piedra granítica, y hoy la quieren transformar en barro, previa negociación entre los “canteros” de la intriga, el voluble poder político.

Saquémonos la máscara, con riesgo de contagiarse, para verificar el rostro de quienes pretenden seguir vulnerando el país, y sinceremos posiciones: la función policial, no es “una pega”, tampoco un trabajo cualquiera, donde se termina a un horario se marca tarjeta o se pone el dedo pulgar para luego ponerse las zapatillas de clavos y correr para la casa y apagar el celular.

El Carabinero, es citado a deshora, trabaja sin horario, etc. No existen las horas extras, son parte del servicio, pero aquí es donde se quiere tropezar con la piedra más grande.

El afanoso registro de querer volver a la policía municipal o local, olvidando las razones de la fusión en Chile en 1927, es pegarse con una piedra en la frente y mirar hacia atrás, para saber quién fue el culpable, así de estúpido.

Los Municipios son importantes en el gobierno local, pero muchos no han sido capaces de administrar educación y salud, y le quieren entregar la seguridad donde la sensibilidad es mayor y no es del caso señalar las 20 razones que conflictúan tales medidas. Pues bien, algunos porfiados de Palacio soñaron con que las gallinas hacían la micción.

Otros brillantes hablan de un escalafón único. Bueno, estoy de acuerdo, siempre y cuando en Salud, todos comiencen de auxiliar de servicios, técnico en enfermería, enfermero universitario, luego médicos generales y después médicos especialistas. En el área judicial, empiecen de estafetas, técnicos jurídicos, abogados, luego algunos para fiscales y jueces, y los que estudian más llegarán a Ministros. En Codelco, partan de minero, explosivista, chofer de camión tolva, ingeniero de ejecución, ingeniero civil y gerentes. Todos iguales, todos en un único escalafón, total no hay que tenerle miedo al mérito ni a la administración pública política o apolítica. 

Respecto del escalafón único de elección popular, los políticos deberían ser primero, concejales, alcaldes, consejeros regionales, diputados, senadores y presidente de la república, ¿sería más justo?

Ahora bien, la lluvia de piedras no va a venir del lumpen o en el próximo estallido anti social, de continuar las cosas como están, el próximo estallido vendrá por parte del ciudadano “decente”, quien ya no aguanta más de tanta parsimonia, inconsistencia, doble estándar, pasividad que raya en el encubrimiento, en cuanto a la comisión de delitos que cada día aumentan desaforadamente.

Insisto. Estamos en un tiempo especial y diferente, donde los delitos debían disminuir, pero como va a ocurrir si nuestros aguerridos boinas negras patrullan con sus armas sin cargador, si la acción policial es pasiva, independiente de las razones -lo que es grave- pero como sea, lo que se observa es de antología. No tienen atribuciones los llamados a ello pero hay alcaldes que quieren mayores atribuciones para sus Inspectores. Quien entiende esto. Bueno, es claro lo que se pretende, pero mala la forma.

Respecto de La Araucanía, maternidad de procedimientos policiales complejos y graves, paso de la UCI a la UTI y ahora está en la plancha del patólogo, lista para la necropsia, donde pese a todos los medios y recursos, la seguridad publica feneció.  Cada quien quema lo que quiere, o seguramente son pocos pero los mismos.

Ha quedado en evidencia que los que deben ser “Reformados”, están operando solos, sin apoyo de sus instituciones hermanas, total el “Paco” esta para todo y trabaja callado, no representa, no reclama, a defender Collipulli, Ercilla y Pidima, con piedras, total otros tropezaron con ellas y el “Paco” debe recogerlas y bueno, mejor las lanza antes que disparar su arma de fuego, que bien parece de fogueo, ya que si se usa, es para disparar al aire.

No quiero pensar que Carabineros tiene todo el apoyo y son los mandos quienes atajan a su personal o que el personal denominado “Tropa” por los últimos tratadistas, tiene temor a actuar o se quieren retacar, pensando en la quimera del escalafón único, donde un Carabinero recién egresado se proyecta como General Director.

Los autores del perverso incentivo, la mayoría ligados políticamente a pensamientos doctrinarios de la ex URSS y Pacto de Varsovia, quiero explicarle a algunos y recordarle a otros, que el modelo policial de ellos no es de un solo escalafón, nunca supo de derechos humanos, casi todos doctores en interrogatorio nunca usaron gas lacrimógeno, solo AK-47, pistolas Makarov y Tokarev.

Reconozco sí que con sus comisarios políticos nunca fallaron, siempre eficaces y eficiente, si no terminaban en Siberia. Nosotros fallamos y fui complaciente con nuestro Comisario Coordinador, que no conoce ni la Temucuicui. Me quedo con lo que dijo el bombo Fica, sospechosa la ….. piedra


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