Publicado por: Claudio Nuñez | lunes 5 de octubre de 2020 | Publicado a las: 22:23
La Masonería es una institución universal, que centra su quehacer y aspiraciones en el perfeccionamiento de la condición humana y de la Humanidad. Promueve la búsqueda incesante de la verdad, el logro de la justicia, el derecho a la libertad de conciencia y la pacífica convivencia.
Promueve la virtud de la tolerancia, rechaza toda afirmación dogmática y todo fanatismo, a la vez que valora la paz y el entendimiento fraternal como la esencia para una sana convivencia. Sustenta los postulados de Libertad, Igualdad y Fraternidad, propugnando la justicia social, así como la erradicación de los privilegios y de toda forma de discriminación.
Sobre la base de esos postulados, ante los desafíos que enfrenta el país, sosteniendo nuestro llamado de la pasada Fraternitas de la República, la Masonería invita a todos los ciudadanos a reflexionar sobre el futuro que queremos, en un ambiente de tolerancia y civismo, donde las esperanzas y sueños de todos sean posibles, permitiendo que la fraternidad sea la expresión de nuestra cohesión social.
Este 25 de octubre debe ser un hito de la mayor importancia para establecer la ruta institucional, democrática y republicana, con la cual empezaremos a reconstruir las confianzas entre las chilenas y chilenos, con el aval de los resultados del plebiscito que tendrá lugar ese día.
En virtud de lo señalado, frente a las esperanzas que nos unen como chilenos y porque hay una Patria que espera nuestras mejores voluntades, la Gran Logia de Chile hace un llamado a todos los ciudadanos a participar en el plebiscito del 25 de octubre para que, con nuestra diversidad, construyamos unidad y trabajemos por un sólido contrato social, que nos
permita progresar y asegurar los legítimos derechos de todas y todos los chilenos.
Hacemos un llamado a cumplir con nuestro deber cívico, con profunda tranquilidad de espíritu y conscientes que la participación es necesaria, acudiendo a expresar nuestra opinión a través del voto, en un legítimo acto de ejercicio democrático, que es el camino válido para consolidar nuestra convivencia nacional en paz y entendimiento, resolviendo con
civismo las diferencias que nos separan.
Nuestra historia como país se ha construido con base en muchos hitos que han dejado su huella y configurado nuestra República. Nos unimos a la esperanza que el plebiscito del 25 de octubre será recordado en la historia como el inicio de un proceso que marcará los destinos superiores de nuestra Patria, con la participación de todos, en su más amplia diversidad.