Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 17 de abril de 2020 | Publicado a las: 12:08
Enfrentados a la actual pandemia producida por el coronavirus y la necesidad de manejo sintomático de la enfermedad COVID-19 con fármacos habituales, la Asociación Chilena de Hepatología (ACHHEP), filial de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE), hizo un llamado a no consumir libremente este tipo de medicamentos, sin la supervisión médica en su dosis y frecuencia, con el propósito de evitar las reacciones tóxicas y el daño del hígado tanto en las personas sanas como en las con daño hepático previo.
Para la doctora Leyla Nazal, presidenta de la ACHHEP, al ser COVID-19 una enfermedad que produce fiebre, dolor de cabeza, dolor muscular y gran compromiso del estado general, se ha observado un aumento en el consumo de antiinflamatorios y analgésicos tales como el paracetamol, generando preocupación respecto al daño que éstos puedan ocasionar al hígado frente a un consumo indiscriminado.
“Hay pacientes consumidores de alcohol o que tienen hígado graso (el cual es más frecuente en pacientes diabéticos y/o con sobrepeso), que pueden tener algún grado de daño hepático previo, muchas veces sin saberlo, que son más propensos a desarrollar efectos adversos o toxicidad hepática, al consumir este tipo de medicamentos en exceso. También, es importante tener presente los efectos adversos de los analgésicos y antiinflamatorios en la gente mayor y en las personas que tienen enfermedades crónicas y que deben tomar diariamente otros medicamentos”, precisó la Dra. Nazal.
La especialista explica que la gran mayoría de los fármacos que consumimos habitualmente para distintas patologías, ya sean antibióticos, antiinflamatorios o analgésicos, requieren una metabolización hepática, razón por la que debemos tener cuidado al consumirlos y siempre hacerlo con una clara indicación médica para su uso en dosis y plazos.
La doctora Nazal advierte que existe un pequeño grupo de pacientes con hígado sano que frente a consumo de ciertos fármacos, pueden desarrollar reacciones impredecibles de afectación hepática, denominada “reacción idiosincrática”, que van desde pequeñas alteraciones en los exámenes de sangre, sin llegar a producir síntomas, hasta “hepatitis” (inflamación del hígado), situación en la cual el paciente desarrolla ictericia (coloración amarilla de piel y mucosas), náuseas, dolor o malestar en costado derecho, pudiendo incluso, en un bajo porcentaje de los casos, producirse una hepatitis fulminante. “Lo preocupante es que muchas de estas reacciones no tienen relación con la dosis del fármaco y pueden ocurrir en dosis bajas y en tiempo breve, y el daño puede persistir incluso al suspender el medicamento”, puntualiza.
Por otra parte, la hepatóloga señala que existen otro tipo de alteraciones que sí dependen de la dosis, como ocurre con el paracetamol. “Si bien éste es un medicamento efectivo y seguro, si se abusa y se consume en dosis excesivas, puede producir un daño hepático serio. La gente debe entender que cualquier fármaco puede producir alteraciones hepáticas, incluso aquellos de componentes naturales o vitaminas. Muchas personas piensan que al ser naturales son inocuos para el organismo, lo que es un error. Asimismo, sabemos que el mismo medicamento que no produce daño hepático en una persona, sí podría producirlo en otra”, añade.
Más allá de la pandemia que enfrentamos, la Sociedad Chilena de Gastroenterología recomienda evitar el autoconsumo de medicamentos y solo consumir fármacos prescritos por el médico tratante.