Publicado por: Karina Pavez | domingo 11 de enero de 2015 | Publicado a las: 14:55
En la región de la Araucanía y de los Ríos existen una serie de atentatorios proyectos de inversión, principalmente de tipo hidroeléctrico, varios de ellos afectan directamente a Comunidades Mapuche, algunos de ellos involucran lugares sagrados y de desarrollo social cultural. Asimismo, una nueva amenaza comienza a emplazarse en tierras ancestrales, se trata de una termoeléctrica en la comuna de Freire.
Frente a esta realidad, dos observadores internacionales, junto al área de comunicaciones de la red por la defensa de los territorios y el grupo de trabajo mapuche por derechos colectivos, visitaron zonas como: Karilafquen y Toltén comuna de Pitrufquen y Freire; Truful Truful, comuna de Melipeuco; Añihuarraqui, comuna de Curarrehue; y Neltume, comuna de Panguipulli.
La representación internacional estuvo integrada por Rajiv Maher del Instituto danés de derechos humanos; y Sandra Nascimento del instituto de autonomía de Brasil, quienes se reunieron con diversos dirigentes y autoridades tradicionales Mapuche que defienden sus territorios.
En Curarrehue, se dio cuenta de la situación generalizada que afecta a dicho territorio, que ya tiene una central hidroeléctrica aprobada y otra en proceso de evaluación, como el caso de Añihuarraqui, de la empresa GTD, socia de la española Enhol, proyecto que actualmente se encuentra en proceso de consulta. Una de las voceras del lof Trankura, Ely López, manifestó al observador del instituto danés los problemas de fondo que tienen los procedimientos de consulta, cuya base está en aspectos de mitigación y deliberación y no de consentimiento y protección de derechos, como es la afectación de un lugar sagrado y la vocación de desarrollo que tiene el territorio.
En Karilafken, comuna de Pitrufquen, se reunieron con representaciones del territorio encabezado por la machil Sandra Quiñenao y el werken Pablo Huaiquilao, quienes dieron a conocer la importancia espiritual del lugar que se encuentra emplazado por un proyecto hidroeléctrico de la empresa Saltos de los Andes, denominado “Los Aromos”. Asimismo, representaciones de la comunidad Mapuche Antonio Epuñam, dieron cuenta de la amenaza del proyecto termeléctrico «Aprovechamiento Energético Biomasa Agrícola – Región de la Araucanía», de la empresa RAKUN SPA, ingresado al Servicio de evaluación del medio ambiente el 19 de noviembre del 2014 y que se ubica a 400 metros de distancia de la comunidad, quienes se enteraron por medios informativos de dicho proyecto y que involucra, al igual que la hidroeléctrica Los Aromos, al río Toltén en dichas comunas vecinas.
En Panguipulli, se reunieron con representaciones del Parlamento Mapuche de Koz Koz, encabezado por el werken Jorge Weke, quien dio cuenta de las prácticas de la transnacional Endesa Enel y de las irregularidades y vicios que actualmente tiene el procedimiento de consulta, frente a un mega proyecto donde tampoco se están protegiendo derechos establecidos por el convenio 169 de la OIT.
Finalmente dentro del recorrido, los observadores también visitaron la zona de Melipeuco, donde, entre otras representaciones, se reunieron con el Lonko José Relmucao y la dirigente Luz María Huenupi, conociendo los alcances y oposiciones Mapuche frente al proyecto hidroeléctrico “El rincón” del empresario Manuel Madrid, socio de la transnacional brasileña Latin America Power (LAP) quien sostiene una serie de proyectos hidroeléctricos en la zona pre y cordillerana, los que vienen de la mano con cuestionados tendidos eléctricos.
Cabe consignar que además de los señalados, zonas como Curacautín en la Región de la Araucanía; Pilmaiken, comuna de la Unión y Rio Bueno, en la Región de los Ríos; Maihue – Rupumeica en Futrono, Región de los Ríos; y Puelo, comuna de Cochamó, en la décima Región de los Lagos, se ubican asimismo una serie de proyectos hidroeléctricos que amenazan directamente el territorio ancestral Mapuche.
Entre los puntos transversales específicos en la afectación de derechos y que han sido denunciados en reiteradas ocasiones, están:
– Las empresas han ingresado a los territorios sin que se cumpla la garantía estatal de procedimientos previos, libres e informados, sin que tampoco existan test de admisión que contemplen la realidad Mapuche y sus derechos de acuerdo a normas internacionales. La situación ha causado severas divisiones sociales en las comunidades aledañas, como consecuencia de políticas de cooptación tendiente a obtener el apoyo a los proyectos por parte de algunas personas en los territorios, causando quiebres en las relaciones sociocomunitarias y organizacionales además de graves impactos internos en la convivencia social.
– Se está poniendo en riesgo importantes lugares sagrados –de alta religiosidad y espiritualidad, reconocidos por las propias Comunidades Mapuche y visibilizados en Informes socioculturales, los cuáles están resguardado por la misma Convención, Normas Internacionales y locales de Derechos Indígenas y sobre Libertad de Culto y Credo.
– A las comunidades no se ha facilitado información previa, veraz y completa sobre dichos proyectos de acuerdo al estándar internacional de Derechos Indígenas, lo que hace a los procedimientos de calificación ambiental como instrumentos viciados desde la perspectiva legal y administrativa con respecto a las obligaciones de consulta y las prioridades de desarrollo. En efecto, a modo de ejemplo, varios proyectos han ingresado al sistema de evaluación ambiental, sin siquiera se señale la existencia de comunidades Mapuche en sus inmediaciones, lo que da cuenta de la mala fe de las empresas y de los vicios en el sistema público en los procedimientos previos.
– Los proyectos en cuestión Intensifican y propician prácticas discriminadoras contra el Pueblo Mapuche al priorizar el Estado chileno la imposición de proyectos que alteran y/o afectan la vida rural de las comunidades en las escasas tierras que poseen y que se tornan “expropiables”, con diversos antecedentes como precedentes y que están relacionados a despojos, usurpaciones, negaciones, transgresiones, colonialismo y neocolonialismo en el devenir, a causa de políticas estatales racistas, de los cuales, diversos órganos de Derechos Humanos ya están en conocimiento.
– Los proyectos propician la desprotección de los recursos naturales en los territorios ancestrales de las Comunidades con uso y costumbres tradicionales cuya reproducción se liga al equilibrio ambiental y que geopolíticamente son de enorme importancia para la Región.