El Gobierno, a través de los ministerios de Hacienda y Educación, presentó una propuesta de financiamiento para la educación superior que promete ser fiscalmente sostenible y favorable para los estudiantes. La iniciativa, encabezada por el ministro Mario Marcel y la directora de Presupuestos Javiera Martínez, plantea sustituir el Crédito con Aval del Estado (CAE) y otros mecanismos actuales con el nuevo Fondo de Educación Superior (FES). Este sistema unificado permitirá optimizar los cerca de 800 mil millones de pesos destinados anualmente a becas y créditos, generando ahorros significativos desde el segundo año de implementación.

Claves del proyecto

El FES operará como un fondo revolvente, financiando los aranceles regulados de estudiantes mediante aportes de quienes están en etapa de retribución. Además, incluye un plan de condonación de deudas para beneficiarios del CAE, Fondo Solidario y créditos Corfo, con incentivos como descuentos adicionales para el prepago y beneficios tributarios para quienes ya liquidaron sus compromisos.

Por otro lado, se ajustarán los criterios para avanzar en la gratuidad, ampliando la cobertura a nuevos estudiantes sin aumentar los deciles actuales. Desde la oposición, surgieron cuestionamientos sobre la posible percepción del FES como un impuesto, a lo que Marcel respondió que la adhesión será voluntaria y con claras contraprestaciones.

Impacto económico y educativo

Esta reforma busca aliviar la carga financiera del Estado, que ha asumido más del 70% de los costos del CAE en los últimos años, mientras garantiza un acceso más equitativo y eficiente a la educación superior. Aunque aún no se define el uso específico de los ahorros futuros, el Ejecutivo asegura que el modelo ofrece sostenibilidad fiscal y oportunidades de desarrollo para estudiantes y universidades.