Publicado por: Claudio Nuñez | domingo 1 de agosto de 2021 | Publicado a las: 12:18
“Los extremos son perversos, pero los nacionalismos están en ambos extremos y se refuerzan cuando el centro de una cuerda, es ambiguo, por lo tanto se corta. Eso es Chile, una cuerda cortada en varias partes, que algunos pretenden unirla, vía nudos, sin nunca haber sido scout ni marineros, por lo tanto desconocen las técnicas para aquello”.
Escribe: Jorge A. Aguirre Hrepic, Profesor de Estado, Consultor en Inseguridad, Criminalista-Criminólogo.
Esta última semana, el Ministro del Interior de Chile, señaló que la lucha armada debe terminar en el país, lo propio indicaron a lo menos dos oficiales generales de Carabineros, en alusión directa al segundo ataque armado al fundo Santa Ana, en el sector de Coi Coi, Región de La Araucanía.
Lo anterior luego de que resultaran dos Cabos de Carabineros lesionados gravemente, uno en su ojo y otro en el brazo, además de un ciudadano trabajador de una empresa forestal, que estaba bajo medida de protección en una faena, ubicada en el referido lugar.
El primer párrafo, no debiera alarmar a nadie, puesto que es lógico que las autoridades hagan llamados políticamente correctos y con sentido humanista, pero no es normal, que las autoridades llamadas a aplicar el estado de derecho, hagan uso de la palabra pidiendo y hasta suplicando, -incluso buscando explicaciones-, para que los grupos terroristas depongan su actitud beligerante, cuando eso es un imposible.
Este acto prácticamente imposible, como daño colateral, considerado por muchos, tiene precisamente a la autoridad a todo nivel, como único responsable de lo que viene pasando hace años, ya que no han estado a la altura de las circunstancias, en cuanto a lo que están llamados y obligados a resolver. Así de simple.
Aunque en realidad, no se puede esperar mucho de un país que reniega de todo, que nada le gusta y que no estuvo preparado para su despegue económico, queriendo quedarse en el fango del anti desarrollo.
Que se puede esperar de una nación, que entonaba su propio himno nacional partiendo por la quinta estrofa, ya que “Puro Chile, tu cielo azulado…. “, no es la primera estrofa. Entonaba, ya que de himno, ayer, hoy es canción y mañana de seguro será un trabalenguas.
Por el contrario y que irónico, la primera estrofa es, “Ha cesado la lucha sangrienta, ya es hermano el que ayer invasor…”. Lejos de cesar la lucha, se ha incrementado y hace rato.
Para colmo, el coro dice “Dulce Patria, recibe los votos…”, si precisamente estos “votos”, han causado su debacle, su desdicha en aras del anti patriotismo, que debe estar ayudando a revolcarse en sus propias tumbas a Eusebio Lillo (escritor Chileno) y a Ramón Carnicer (músico español), autores de poética escritura y armoniosa música, respectivamente, muy lejos del espíritu inspirador de la Republica.
Los votos son el arma de la democracia, pero esta vez han sido el arma que ejecuta la auto eliminación de esta “fértil provincia señalada, por fuerte principal y poderosa”.
Seamos concretos, que tenemos en la actualidad, solo el sueño de Alonso de Ercilla y Zúñiga, cuando la propia ciudad que lleva su nombre, está hecha un desastre.
Lejos de solucionarse los problemas, estos seguirán y continuaran incrementándose, ya que no hay himno que cante a las loas de la “política contingente”, solo canciones trasnochadas de partidos que evocan cientos de conceptos interesados en mejorar las condiciones humanas.
¿Pero lo han logrado cuando han llegado al poder?
La propia internacional comunista, señala “Arriba, parias de la tierra. En pie famélica legión, Atruena la razón en marcha…..”. Que pensaran los Cubanos, si la igualdad de dos cosas en la tierra, nunca llegó.
Sin embargo aquellos que denostan a Chile, y no cantan su himno, rasgan vestiduras y lenguas al cantar con el puño en alto, una canción instrumental de propaganda, que sólo se burló en el pasado del propio comunismo chileno, si señores, se rieron a mas no poder del comunista criollo.
La lucha no cesara, ya que cual fieles meretrices, contrajeron matrimonio por interés con una ficción ideológica que en la intimidad las repudió.
Para quienes ignoran, lo que no conviene, “no más deberes sin derechos y ningún derecho sin deber”, ha sido solo un slogan, donde ya el género humano es solo una quimera, desprendido de una canción.
Los extremos son perversos, pero los nacionalismos están en ambos extremos y se refuerzan cuando el centro de una cuerda, es ambiguo, por lo tanto se corta. Eso es Chile, una cuerda cortada en varias partes, que algunos pretenden unirla, vía nudos, sin nunca haber sido scout ni marineros, por lo tanto desconocen las técnicas para aquello. Pegar la cuerda tampoco se puede, así que no queda otra que comprar una nueva o ir donde una tejedora para que haga otra.
Que puede hacer una nueva cuerda, si los propios políticos andan con cuchillos, tijeras y machetes, para cortar la esta nueva cuerda. No queda otra que comprar o conseguir una jarcia de acero, que aguante cualquier elemento filoso, o que soporte la más cruel de las tracciones, los más fuertes temporales y los más bravos terremotos.
Para escalar una montaña, la cordada debe estar unida y siendo Chile un país de cordilleras, el primer montañés de la Patria que debe ser su presidente, se quedó abajo esperando que otros suban, y le cuenten como es donde reposa el majestuoso cóndor.
Cuando todo esté tranquilo, piloteara su propio helicóptero, para llegar a la cumbre, solo a la foto que demuestre que la coronó con éxito, sin más trámite ni esfuerzo.
Para que más, si la lucha sangrienta no ha cesado y otros pagan la cuenta.