Conscientes del poder reparador de las manifestaciones artísticas, el Servicio Nacional de Menores, Sename estableció un convenio de colaboración con el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes de La Araucanía, a través del programa Centros de Creación, Cecrea, destinado a realizar laboratorios con niños, niñas y adolescentes de residencias y centros especializados de administración directa.

La materialización del convenio rindió sus primeros frutos con la exposición de un conjunto de trabajos fotográficos instalados en los salones del Cecrea, ubicado frente a la plaza Teodoro Schmidt, de Temuco, derivados de la ejecución de laboratorios de artes integradas que posteriormente, según lo comenta Eduardo Díaz, facilitador contratado por el órgano gubernamental de promoción artística, el cual permitió a niños, niñas y adolescentes de las residencias María Ayuda y Francisco Valdés; y, del Centro Especializado de Administración Directa, Cread Alborada, representar su propia personalidad y anhelos por medio de la composición fotográfica: “El proceso es un poco más lento porque tenemos que generar las confianzas como una primera barrera que hay que superar, para luego abrir la mente, dejar ese sentido de realidad tan cruda y empezar a ver aquellos detalles que tienen en su entorno”.

Lo anterior fue refrendado por María Paz, de 17 años residente del Hogar María Ayuda, que atiende a madres adolescentes y que tiene una hija de un año y 8 meses, explicó: “Desde que llegaron los tíos con este taller, me abrieron los ojos que tengo que vivir el momento porque ya no estoy sola, tengo a alguien que me agarra la mano y que necesita que su mamá este fuerte y firme para ella y tomar buenas decisiones. Entonces, para mí el taller fue como la luz que me dijo que estoy bien y aprovechar al máximo todas las oportunidades que se me están dando”.

En tanto, Carmen Luz Martínez encargada programación del Cecrea, explicó que lo que se busca con el convenio es que los laboratorios que realizan tengan llegada a los niños del Sename: “El arte se ha transformado en una herramienta de terapia, de reconstrucción y reparación porque a través de éste el individuo tiene que indagar mucho en su interior y eso significa enfrentarse a sus dolores, penas, miedos, lo que a partir de ello comenzar a trabajarlos, expiarlos y manifestarlos, lo que permite aprender a vivir con ellos y en el largo plazo a sanarlos y repararse”.

Se espera para el presente año concluir con los laboratorios de Fomento Lector y de expresión denominado Risa, Juego y Movimiento.