Publicado por: Claudio Nuñez | viernes 18 de octubre de 2019 | Publicado a las: 09:02
Entre dos mundos se mueve la reforma al Código de Aguas que tramita la Comisión de Agricultura del Senado. Por un lado quienes buscan detener su avance (o, definitivamente, paralizarlo), por el otro quienes abogan por acelerar su tranco y así alcance a ser despachada durante la presente legislatura.
Son ya dos años los que, luego de ser aprobado el proyecto tanto por los diputados como por la Comisión de Recursos Hídricos de la Cámara Alta, se ha tomado la Comisión de Agricultura para su revisión.
Este año, en la presidencia del PS Álvaro Elizalde, la reforma ha transitado indistintamente entre las extensas audiencias y exposiciones, solicitadas fundamentalmente por los senadores de gobierno Carmen Gloria Aravena (ind.) y Juan Castro (RN), y las votaciones, impulsadas por las legisladoras de oposición Adriana Muñoz (PPD) y Yasna Provoste (DC).
En el medio, apostando a una difícil neutralidad, Elizalde en un intento de dejar conformes a todos, lo que en la práctica se traduce en el retraso de una iniciativa que lleva más de 8 años de tramitación: fue ingresada por un grupo de diputados en marzo de 2011.
El dilema es que pocos meses son los que restan antes de que cambie el panorama político en la Comisión de Agricultura. A partir de marzo de 2020 su presidencia quedará en manos de la Unión Demócrata Independiente por los dos años siguientes, la que impondrá sus ritmos a una reforma que en todos los tonos ha dicho que sus fundamentos originales no le agradan. Juan Antonio Coloma, político ducho en la técnica legislativa, actuaría de panteonero en caso de llegar a sus manos.
En este escenario, la extensa presentación sobre escasez hídrica que diera el lunes de esta semana el ministro de Obras Públicas, Alfredo Moreno, fue un paso más en la dilación que afecta al proyecto, como se quejara hace algunas semanas la senadora Muñoz. Moreno fue invitado junto al titular de Agricultura, Antonio Walker, quien no alcanzó a exponer. Sí lo hicieron los consejeros nacionales de la Conadi, Anselmo Nuyado y Rafael Tuki, quienes plantearon la necesidad de someter la reforma a consulta indígena.
Las exposiciones tomaron toda la sesión y no se logró votar artículo alguno, quedando incluso pendiente la presentación de Walker para la próxima semana.
Ante este nuevo retraso la senadora Provoste solicitó una sesión extraordinaria para este jueves a las 11:30 horas (las sesiones son solo los lunes), que se destinaría exclusivamente a votar artículos pendientes.
“¿Se va a citar el día jueves la comisión?” consultó la legisladora, a lo cual Aravena (quien presidía la comisión ante la ausencia momentánea de Elizalde) replicó que así lo entendía, tomándose el acuerdo en el momento.
Hace dos años, en octubre de 2017 y bajo el gobierno de Michelle Bachelet, ya se reclamaba por la demora en la Comisión de Agricultura, a la luz de las múltiples audiencias programadas para los meses posteriores. Se temía que no fuera aprobada la reforma durante dicho gobierno, corriéndose el riesgo de que en una eventual nueva administración de Sebastián Piñera se retrocediera en lo fundamental ya avanzado en términos de transformar el agua en un bien público real, cumpliendo objetivos sociales, ambientales, avanzando además en su desprivatización.
Lo que ocurrió después…
Piñera ganó las elecciones y en enero de este año ingresó una indicación sustitutiva para mantener lo que califican de “certeza jurídica”, que en la práctica es perpetuar la propiedad particular sobre los recursos hídricos entregados mediante derechos de aprovechamiento.
Son las otras batallas de la crisis hídrica que atraviesa el país.
(texto Patricio Segura)