Publicado por: Claudio Nuñez | martes 17 de octubre de 2023 | Publicado a las: 19:07
Chile terminó goleado, humillado, de manera increíble ante Venezuela que jugó demasiado bien e hizo sentir su localía venciendo 3 a 0.
Se perdieron dos ocasiones claras en un primer tiempo que terminó pasando enorme factura: Sánchez y Loyola. Esa factura fue letal, y el reflejo de un equipo de mentira, que no está para competir, que el triunfo ante Perú era un espejismo.
Y así fue, porque paulatinamente, la selección nunca encontró juego. Peor, porque se lesionó Diego Valdés, y Chile lo sintió demasiado. Berizzo mandó a Darío Osorio, que tuvo la apertura de la cuenta y se lo perdió solo.
Eso pesó, porque Venezuela creció, lo tuvo Rondón que se la sacó genialmente Bryan Cortés de una, e hizo lo que pudo ante una defensa que dio regalos, sí, regalos. Paulo Díaz quiso salir jugando, se resbaló, un venezolano aprovechó, se la dio a Soteldo que marcó el primer gol justo al filo de la primera parte.
Un golpe durísimo, y en la segunda mitad, un Marcelino Núñez infantil y torpe cometió una falta, amarilla, pero fue un toque que le dio al árbitro y expulsión. Ahí vino toda la fatalidad.
La vinotinto fue de contra y Soteldo, figurón del encuentro, se echó encima al equipo, se llevó como quiso a Medel, dejó en el camino a medio mundo, engañó a Cortés para entregar el pase a Rondón que tuvo su revancha, 2 a 0 y el partido estaba listo.
El 3 a 0 otra vez Soteldo y de cabeza Machís, se acabó. Todo lo demás está para analizar si realmente debe seguir Berizzo o no. El problema es que de esto no se vuelve, está marcado, lo más grave es que está cuestionado, a un nivel irreversible.
Chile duele, en todo duele.